Una red de acompañamiento para acabar con la soledad no deseada

En Cáritas Diocesana de Madrid estamos comprometidos con las personas que necesitan acompañamiento y sufren la llamada "soledad no deseada". Por eso impulsamos proyectos que tienen a las personas mayores en el centro, que son quienes sufren más esta lacra. Hemos creado redes,  como la del proyecto Crisol de Caritas Vicaría VIII, con las que buscamos detectar estas situaciones y ofrecer nuestros servicios y acompañamiento.

Cáritas Madrid. 11 de junio de 2019- Hay personas que llegadas a una edad tienen dificultades para mantener sus relaciones sociales con los demás. Son personas que ya sea por motivos de edad o por dificultades para relacionarse o para acceder a la calle -las casas sin ascensor pueden ser una barrera- se ven obligadas a permanecer en sus hogares con poca o, a veces, ninguna compañía ni visitas. En ocasiones pueden acudir a los vecinos para que les ayuden a hacer las gestiones diarias más sencillas, como la compra de alimentos o medicamentos o las gestiones bancarias; pero poco a poco se ven abocadas a un aislamiento y soledad degradante y destructivo. 

Para evitar estas situaciones Cáritas Diocesana de Madrid cuenta con equipos organizados a través de las vicarías para acercarnos a la realidad de los mayores barrio a barrio. La Parroquia de Nuestra Señora de Altagracia, del Arciprestazgo de San Federico, de Cáritas Vicaría VIII, fue el escenario de un encuentro en el que se abordó el problema de la soledad no deseada. Más de un centenar de voluntarios acudieron al encuentro en el que se marcó como objetivo ayudar y colaborar para que hacer llegar al proyecto Crisol Mayores, que el Arciprestazgo de San Federico tiene desde hace tres años, información sobre personas que estén en esta situación, que conozcan y que crean que pueden necesitar calor humano, compañía o ayuda para poder trasladarles las ayudas que desde Cáritas Madrid se dan a estas personas.

Muchas veces, la información llega a través de conocidos suyos que confían en Cáritas para hacerles compañía y atender sus necesidades. Solo a través de la confianza de persona a persona, Crisol Mayores podrá llegar a ellos para prestar la ayuda que precisen. Es una ayuda que no pretende sustituir ningún servicio que la persona reciba, sino, tan solo, complementarla.  La meta es crear una red tupida para impedir que ni una sola persona con necesidades quede desatendida. Como comunidad cristiana es inaceptable que tales situaciones continúen existiendo.

El encuentro se completó con una exposición sencilla por parte de Rosario, responsable de orientación energética de la Vicaría VIII, sobre la letra pequeña que tienen las facturas de la luz para optimizar gastos y poder conocer y valorar las ofertas que hay en el mercado.