Una posible salida al mercado laboral

Cáritas Madrid 20 de Mayo de 2016

Primer módulo profesional de peluquería en la Cañada Real Galiana.

Primer módulo profesional de peluquería en la Cañada Real Galiana.

 

Cáritas Madrid. 20 de mayo de 2016.-Durante este curso escolar 2015-2016 ha tenido lugar en el Centro de Cáritas ubicado en la Cañada Real Galiana (en el sector 6) el primer módulo profesional de peluquería organizado por la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid y Cáritas Diocesana de Madrid. Es la primera vez que se da un título oficial de enseñanza reglada en la Cañada Real.


Se trata de un curso de un año de duración que imparten por las mañanas Luisa Mari, profesora de peluquería, y Mari Ángeles, profesora de educación básica, con un horario de lunes a viernes de 9h a 15h. de la mañana. Los alumnos y alumnas son jóvenes de entre 16 y 20 años, en su mayoría chicas, que no han terminado la Educación Secundaria Obligatoria.  De los quince jóvenes que se apuntaron, lo han acabado nueve. Los chavales y chavalas son gitanos españoles, rumanos, búlgaros y marroquíes.


Las profesoras les han exigido bastante durante el taller, pero los alumnos están muy contentos con ellas, así como con el resto de compañeros. El ambiente de las clases ha sido muy bueno y se ha aprovechado mucho el tiempo. Aparte de aprender cultura general y practicar peluquería, tanto alumnos como profesoras han hecho de las clases un espacio divertido y muy gratificante.


Al principio del curso, los alumnos junto con las profesoras elaboraron unas normas básicas de convivencia y cuidado de los materiales y del taller, que están colgadas en un póster en la clase. Algunas de estas normas son las siguientes: cuidar el material, llegar puntuales, respetar a los compañeros y clientes, mantener la peluquería limpia, dejar el material ordenado y los aparatos apagados, ser amables con los clientes, etc. Todas estas normas les han ayudado a desarrollarse como personas y futuros trabajadores.


Una vez finalizado el curso y como parte complementaria del mismo, los alumnos hacen unas prácticas formativas de un mes de duración en alguna de las peluquerías de la zona de Vallecas que se ofrecen para ello.


Este año, la peluquería Marco Aldany ha tenido trabajando en prácticas durante un mes, por las mañanas de 9 a 14 horas, a tres chicas, dos de ellas, Andrea y Desiré, de 16 años, en la peluquería que tienen en Pacífico y la tercera, Isabel, de 17 años, en la de la Avenida de la Albufera.


Para las chicas la experiencia ha sido muy buena, han aprendido mucho y, aunque al principio tenían miedo a hacerlo mal o a no dar la talla, luego, a base de practicar y hablando con las peluqueras y peluqueros que trabajaban allí, se desenvolvieron con gran soltura y fueron superando sus miedos.


Han trabajado con una buenísima disposición, llevando a cabo tareas que van desde lavados de pelo, tintes, planchados, rizados, etc. Las chicas son cariñosas y así se han mostrado durante las prácticas en sus peluquerías, a quienes han sabido escuchar y atender con mucho tacto. El día que terminó las prácticas Isabel, una mujer mayor, Conchi, le dijo entre lágrimas que continuara con la labor, que no lo dejara, que lo hacía muy bien.


Las clientas (y algún cliente) las han tratado muy bien, sin mostrar ningún prejuicio y dándolas buenas propinas. Cuenta riéndose Isabel que cuando la preguntaban que de dónde venía, decía que de Rivas en vez de la Cañada Real.


A Jorge, el encargado de Marco Aldany que las ha contratado, le ha sorprendido mucho, incluso le ha maravillado, la actitud de las jóvenes, que llegaron a la peluquería con muy poca formación profesional y ahora están bastante bien formadas profesionalmente.


Las chicas se han comportado durante las prácticas de forma muy educada, con un trato al público buenísimo, sabiendo estar, con muy buena disposición y han realizado todo tipo de labores, desde aplicar tintes hasta cortar el pelo, peinar, etc. de forma muy satisfactoria.


Tanto es así, que Jorge pretende contratarlas por más tiempo, al menos un mes más si fuera posible. Para ofrecerles esa posibilidad, está contactando con las madres de las chicas.


Marco Aldany lleva varios años colaborando con Cáritas en este sentido, con jóvenes que les mandaban de otros centros y, como dice Jorge, nunca había sido tan buena la experiencia como este año. Le está muy agradecido a Cáritas y a las chicas por el trabajo prestado. Espera poder seguir dando la oportunidad de trabajar en sus peluquerías a chicos de la Cañada, especialmente si su comportamiento y actitud es similar a los de las chicas que ha tenido este año.


Aunque a veces hay que superar algunas dificultades con las familias de estos jóvenes alumnos para que les faciliten acabar el taller y valoren el esfuerzo que hacen sus hijos por estudiar un oficio, se puede decir que el mismo ha finalizado con mucho éxito y ha abierto la puerta a la posible incorporación de chavales que contaban con muy poca formación al mercado laboral.


A pesar de proceder de un asentamiento chabolista y de vivir en unas condiciones de precariedad social, Cáritas apuesta por una formación reglada con estos jóvenes con buena actitud y excelente  disposición a aprender un oficio que les posibilite el día de mañana salir de la situación de exclusión social en la que se encuentran. Apostando por un futuro mas prometedor que les permita incorporarse al mercado laboral.


La idea que se tiene desde Cáritas es la de dar continuidad a este tipo de formación el año que viene a partir de octubre, a poder ser contando con la participación de más alumnos, con el apoyo y la vocación de estas dos entregadas profesoras y al respaldo de otras peluquerías como Marco Aldany que den una oportunidad a estos jóvenes de mostrar  lo que valen a pesar de donde provienen y en que condiciones de exclusión social viven.

 

Volver