Una lucha diaria compartida: retos de superación

Cáritas Madrid 5 de Octubre de 2018

Tanto en el Centro de Mujer "Alonso Cano" como en el Hogar Santa Bárbara las mujeres tienen la oportunidad de compartir sus historias de vida, no muchas veces fáciles, e ir creciendo juntas

Cáritas Madrid. 5 de octubre de 2018.- Tanto en el Centro de Mujer "Alonso Cano" como en el Hogar Santa Bárbara las mujeres tienen la oportunidad de compartir sus historias de vida, no muchas veces fáciles, e ir creciendo juntas. Estos proyectos tienen como objetivo común el acompañamiento a la mujer, a través de un proceso de intervención integral partiendo de sus potencialidades.

 

Ayer, recibieron la visita del director de Cáritas Diocesana de Madrid, Luis Hernández Vozmediano, con el que pudieron compartir un rato de encuentro. Cada proyecto expresó las acciones que se realizan, y proponer retos de futuro. En el acompañamiento que reciben de las personas voluntarias, del equipo de religiosas y de las educadoras, las mamás y sus bebés, en el Hogar Santa Bárbara,  hacen posible crezcan como personas, queridas, seguras, haciéndose más fuertes y libres, tras superar los miedos y sufrimientos a los que han estado expuestas.


Centro de Mujer "Alonso Cano"

Fomentar las relaciones personales es uno de los objetivos que busca este centro. Aquí vienen mujeres en situación de vulnerabilidad ya sea por su poca formación, sus dificultades de aprendizaje, sus escasos ingresos o la precariedad familiar, mujeres también con enfermedades físicas o mentales, con problemas de soledad, de maltrato o con tratamiento de adicciones leves. “Tengo ochenta y un años y el centro me ha dado media vida”, nos dice una de ellas que ha tenido una vida familiar muy dura, “voy al taller de cultura general y cuerpo humano y no me pierdo la gimnasia”.

 

Aquí encuentran cursos de formación: alfabetización y cultura, informática, un taller de memoria, cine, etc. Hay también cursos de creatividad: manualidades, pintura, costura... Talleres de salud gimnasia, prevención y salud, higiene, hábitos saludables, y actividades lúdicas en las que celebran cumpleaños, fiestas, excursiones.

 

Algunas de estas mujeres llevan toda su vida viviendo en Madrid y apenas conocen las calles de su barrio. “Nos sentimos bien viniendo aquí”, nos comenta otra, “nos sentimos más seguras de nosotras mismas”.


Elevar su autoestima, darles una mayor seguridad personal, que crean en ellas mismas, que sean capaces de relacionarse con otras personas, son los objetivos del centro que se consiguen a través de esos talleres, de las charlas y de ese café con leche del mediodía.

 

El centro está abierto a todo tipo de mujeres, con todo tipo de problemas o necesidades. Unas llegan derivadas por trabajadores sociales de centros de la zona, otras aconsejadas por familiares o amigas. Una de ellas nos cuenta su experiencia: “Llegué al centro porque me trajo mi hermana. Yo había tenía una experiencia muy dura y no quería venir, ni apuntarme a nada. Al final, un poco forzada, me apunté a informática. Ahora voy a gimnasia, a clases de memoria, me apunto a todas las salidas. Vengo a aprender.” Cuando llegan al centro, algunas no hablan para no meter la pata, otras creen que no saben hacer nada.


El Hogar Santa Bárbara. Un hogar para las mamás y sus bebés

Proyecto residencial dirigido a mujeres embarazadas (con o sin menores a su cargo), carentes de apoyo social, familiar y una escasez sostenida de ingresos económicos.


El Hogar Santa Bárbara es la respuesta de Cáritas Madrid a la situación que presentan estas mujeres gestantes en situación de vulnerabilidad social y exclusión para cubrir carencias en áreas de vital importancia como la vivienda, economía, salud o desarrollo personal, especialmente en el momento de la gestación, parto y posparto. Proyecto  consolidado y centrado en aspectos de protección (vivienda/prestación de servicios básicos), desarrollo personal y, especialmente, en el cuidado a los menores, situándolos en el centro de nuestra intervención, especialmente para reducción del daño: prevaleciendo el desarrollo de buenas capacidades parentales en los progenitores.


La labor educativa se realiza en una unidad residencial, en clave de clima y cotidianeidad hogareña/familiar, espacio normalizado para la convivencia y el aprendizaje, donde poder trabajar y acompañar en su labor como "madres". Y un objetivo finalista: generar la máxima autonomía y la definición compartida de un proyecto personal acorde con la situación de cada madre.


El Hogar permite abordar los planes personales de cada mujer dentro de un ambiente seguro y protegido, con afecto y que, además, sea un espacio digno para afrontar el embarazo,  el parto y los primeros meses de crianza del bebé.


Una comunidad de religiosas de la Congregación Amistad Misionera Cristo Obrero (AMICO) es la que lleva el peso convivencial y educativo del proyecto apoyándose en un fuerte equipo de personas voluntarias.

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