Un terrorífico viaje

Cáritas Madrid 14 de Septiembre de 2016

Excursión del proyecto de personas sin hogar a la Fundación Telefónica. Un espacio para el encuentro con el otro, de compartir de manera relajada en un entorno diferente al habitual.

Excursión del proyecto de personas sin hogar a la Fundación Telefónica. Un espacio para el encuentro con el otro, de compartir de manera relajada en un entorno diferente al habitual.

 

Cáritas Madrid. 14 de septiembre de 2016.- La semana pasada, el proyecto de personas sin hogar, CEDIA, acudió a una exposición en la Fundación Telefónica: "Terror en el laboratorio: de Frankestein al doctor Moreau". Una forma de alejarnos de nuestros propios monstruos del día a día, de las preocupaciones que nos acechan en nuestro caminar diario, para adentrarnos en el mundo de los monstruos de cuento. Asimismo, un espacio para el encuentro con el otro, de compartir de manera relajada en un entorno diferente al habitual.


A pesar del calor del día, no faltó el buen humor, las ganas de aprender y conocer y la buena actitud entre unos y otros compañeros. Contamos, además, de nuevo, con la presencia de nuestra voluntaria del taller de salud.


Jesús, quien aún lleva poco  tiempo con nosotros, pero quien no dudó desde el principio en apuntarse a la salida, nos cuenta su experiencia que califica como "un terrorífico viaje":


"UN TERRORÍFICO VIAJE"

El día 7 de Septiembre los compañeros de Cedia y yo, fuimos a hacer una excursión al Museo de Telefónica en la que vimos una exposición dedicada a Frankestein y lo que supuso en su época  esta clase de fenómeno resurgido hace siglos.


Vimos figuras hechas y basadas en una colección personal, aparatos que producían corriente eléctrica para dar vida a seres que no la tenían, y efectuamos un largo recorrido por los personajes resurgidos del mundo del cine, desde el cine mudo hasta nuestros días, en que están de moda ese tipo de películas.


Pudimos observar también algún aparato dedicado a la medicina, en esos aparatos que sólo verlos ya son escalofriantes y pócimas milagrosas que curaban a base más que de medicina, de remedios medicinales.


Bueno, la verdad es que lo pasamos bastante bien  e incluso el viaje fue bastante ameno y divertido.”

 

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