Un sábado diferente, lleno de emociones y alegrías en un entorno diferente

La Escuela de madres y padres dirigido a las familias de los menores  que asisten al proyecto de menores de Cañada Real de Cáritas Madrid, finalizan el curso escolar con una salida a la playa de Alberche.

Cáritas Madrid. 8 de julio de 2017.- Tras el trabajo de todo un año, en la Escuela de madres y padres dirigido a las familias de los menores  que asisten al proyecto de menores de Cañada Real de Cáritas Madrid, finalizamos el curso escolar con una salida a la playa de Alberche, en Aldea del Fresno.

Es una playa fluvial en mitad de un bosque precioso, que ha sorprendido a todas las familias, por esta maravilla de la naturaleza. Hay poca agua, no cubre en ningún lugar, pero ha sido suficiente para refrescarse y pasar un buen rato, ya que muchos, mayores y pequeños, no saben nadar.

Ha sido un sábado diferente para todos, donde hemos podido pasar muy buenos ratos.

La intervención de Cáritas Madrid en la Cañada Real

Se trata de un proyecto de trabajo comunitario que tiene como meta dignificar la vida de la población residente en el barrio. El proceso de trabajo está orientado a mejorar la calidad de vida de los residentes.

Durante el mismo se trabaja, con una perspectiva a largo plazo, con los menores y jóvenes, para que tengan mayores oportunidades sociales de las que han tenido sus progenitores. Todo ello a través del ocio y el tiempo libre, el refuerzo educativo, la capacitación y la inserción laboral.

También se incide en la formación de adultos, con la finalidad de que los padres se impliquen en el proceso de formación de sus hijos, mejore la perspectiva de género, el nivel de autonomía, y se incremente el vínculo entre ellos.

Todo ello a través del contacto permanente con las familias de la zona, mediante el centro de formación en Cañada, en coordinación con la parroquia de Santo Domingo de la Calzada y, en general, con la administración pública y las entidades sociales que intervienen en la zona.

En el año 2016 se atendieron a 374 personas en los cuatro proyectos desarrollados en Cañada Real, acompañados por 41 voluntarios.