Un rayo de esperanza
Cáritas Madrid 2 de Mayo de 2015Las familias que en situación de desempleo solicitan ayuda, dejando claro que aún queda camino por recorrer: el paro sigue colocando una barrera que impide a muchos cubrir sus necesidades fundamentales.
“Familia compuesta por matrimonio y una hija de 8 años, se han quedado ambos en paro y han dejado de pagar el alquiler y acumulado deudas. La parroquia les ayuda con alimentos y les ha tramitado una beca de comedor para la niña”.
Como esta, otras tantas historias recorren las calles de Madrid. Y así, uno a uno podemos enumerar muchos casos con los que nos encontramos cada día.
Las familias que en situación de desempleo solicitan ayuda, dejando claro que aún queda camino por recorrer: el paro sigue colocando una barrera que impide a muchos cubrir sus necesidades fundamentales.
Largo camino
Con la crisis son varios los años en que la incertidumbre se posa sobre los anuncios mensuales acerca del empleo.
Al igual que todos los meses, llegado el día, las cifras salen a la luz a través de medios de comunicación y es entonces cuando las manos expectantes de la gente buscan entre las hojas de los diarios la sección “empleo” al tiempo que ojos y oídos ansiosos aguzan su capacidad para atrapar cualquier dato positivo, en busca de alguna cifra que permita levantar la cabeza hacia el terreno que ha mostrado un rostro hostil para los españoles desde inicios de la crisis económica en 2008.
En Madrid, frente a la aridez de un entorno laboral repleto de recortes de personal y el inevitable fracaso de muchos negocios, la palabra “desempleo” se convirtió en constante, dentro de la ecuación social, lo que generó una serie de situaciones complejas que atentan contra la dignidad de la persona: desahucios, depresiones, familias rotas, trabajos mal remunerados y abusos que poco a poco hicieron mella en las esperanzas de aquellos que deseaban retomar el camino hacia una estabilidad económica y personal.
Ahora, con la llegada del 2015, los buenos pronósticos apenas se asoman con timidez en el horizonte.
Parece que, después de varios años con el peso de la crisis a cuestas, carece de brillo el optimismo ante la reducción del desempleo anunciada a inicios del mes de febrero en la prensa, donde se afirma que el semblante de la crisis mejora en términos generalizados.
De esta forma, otro reporte aparecido en otro periódico, relata que aunque el fin de la temporada de Navidad causase reducción de puestos de empleo la tendencia hacia una mejoría continúa.
Los números hablan
Tras el cierre del año 2014, en Madrid una cifra refrescó los ánimos: “…la tasa de paro fue inferior a 500.000…”, algo que no ocurría desde 2011, según otro diario digital, donde además se reseña que la Comunidad de Madrid ocupa el segundo lugar de descenso mensual del paro, después de Andalucía.
Aunque la tendencia fuese positiva, siguen existiendo casi medio millón de personas en Madrid que no perciben ingresos y la balanza se inclina hacia la población femenina que, según los medios de comunicación, reúne a 260.761 mujeres desempleadas frente a 237.888 hombres.
Las personas extranjeras también representan un grupo importante dentro del paro: son más de ochenta mil, de las más diversas nacionalidades y es probable que presenten, junto a la carencia de empleo, dificultades relacionadas con documentación y el acceso a derechos básicos como la Salud, lo que genera situaciones preocupantes ya que en muchos casos se habla de familias enteras desprotegidas.
Ante lo anterior, las cifras circulan de boca en boca y generan múltiples reacciones, sin embargo la realidad continúa apuntando a la necesidad de soluciones integrales que no solo estimulen la creación de puestos de trabajo sino que estén conducidas hacia una sociedad más solidaria para aquellos que hoy no tienen con qué mantenerse.
Vocación de apoyo
Cada vez son más quienes tocan las puertas de su Parroquia planteando situaciones de carencias laborales que se encadenan a problemas producidos por no tener ingresos fijos.
Frente a esto, la capacidad que tiene Cáritas Madrid de responder al entorno y sus rasgos concretos motivó el surgimiento del Servicio Diocesano de Empleo que consiste en acompañar a las personas en un nuevo capítulo de su vida: la recuperación de su autonomía a través del trabajo.
Esto se hace realidad con diversos programas puestos a disposición de quien acude en busca de ayuda y, como se trata con un proceso complejo, los pasos se dan poco a poco.
Tras acercarse a la Parroquia, es necesario conocer los factores que rodean a la persona. Esto se debe a que en Cáritas se mira detrás de ese joven, de ese hombre, mujer, inmigrante, padre o madre soltera, ya que siempre hay una persona que cuenta con habilidades y fortalezas que jugarán papel fundamental en su recuperación laboral.
En función de lo descrito, se articulan los Servicios de Orientación e Información para el Empleo cuyas claves se resumen en “acoger”, “analizar” y “orientar”, haciendo virtud la labor de escuchar a quienes lo necesitan para después acompañarlos en la toma de decisiones sobre su futuro laboral, los conocimientos que deberá adquirir para enfrentarlo y los hábitos que deben fomentar.
La capacitación y formación es el siguiente escalón que se contempla en el camino. Para cubrir esta etapa se hayan las Aulas de Empleo y los Centros de Capacitación y Orientación Laboral que ofrecen cursos donde nuevos conocimientos y habilidades preparan a quienes asisten, aquí se les ofrecen herramientas que, una vez terminada la formación, mejoran las probabilidades de obtener un trabajo.
Hacia la búsqueda de empleo y la aventura que consiste sumergirse en el mercado laboral, Cáritas Madrid contempla planes como la Asistencia y Compañía en el Servicio Doméstico: ASYCO y el Fomento del Empleo con la Fundación Labora, dos mecanismos que permiten agilizar la inserción laboral. Establecen contacto con empleadores y gestionan oportunidades ajustadas al perfil de cada persona.
¿La mejor recompensa?, la sonrisa de satisfacción asociada a la esperanza que llega con una entrevista de trabajo o con la obtención de un certificado de formación. Se trata de un recorrido y el inicio del camino suele ser difícil debido a las diversas circunstancias que rodean al individuo, sin embargo es aquí donde Cáritas tiende la mano y deja un mensaje de esperanza y fraternidad.