Un día para la reconciliación, la caridad y el perdón

El Centro de Día Nuestra Señora de Valvanera, de Cáritas Diocesana de Madrid, ha celebrado la “Fiesta del Sacrificio”, también conocida popularmente como “Fiesta del Cordero” entre la población no musulmana, con el cocinado y posterior degustación de cous cous y té de hierbabuena entre todos los asistentes al acto. Asimismo, el mediador intercultural sociosanitario Ada Coundoul ha ofrecido una charla informativa sobre las características de esta tradición.

En el evento han participado 21 personas, entre personas contratadas y usuarias del centro. En su mayoría han acudido musulmanes de orígenes diversos, pero también se ha contado con la presencia de participantes de otras nacionalidades y religiones, interesados en conocer las peculiaridades de esta fiesta “más grande que el Ramadán”, según señalaron desde el centro. 

Varios usuarios han relatado sus experiencias personales en relación a esta tradición, muy diferentes en función del país del que procedían. En general, el ritual consiste en hacer una pequeña oración con sermón comunitario por la mañana, “todos juntos en una plaza grande”, seguida de manera opcional con el sacrificio de un cordero, que lleva a cabo el cabeza de familia. Después se reparte la carne entre los familiares y amigos, disfrutando juntos del día. Con este sacrificio se hace memoria a la fidelidad y sacrificio que el profeta Abraham hizo de su hijo. Con ello, asimismo, se conmemora el final de la peregrinación a La Meca.

Este es también un día para la reconciliación, la caridad y el perdón. “Es un día donde hay que pedir perdón. Al mes siguiente empieza el nuevo año musulmán”, ha señaldo el mediador intercultural.

La Residencia de Nuestra Señora de Valvanera también ha celebrado el fin del Ramadán con un menú especial y diferente al que sus residentes suelen estar acostumbrados. El plato en cuestión, cocinado por dos usuarios musulmanes y bajo la supervisión de un profesional, consistió en la conocida “sopa marroquí de Ramadán” o “Harira”. Se trata de una sopa muy elaborada y contundente que, por norma general, se sirve como plato único tras el atardecer durante el mes que dura el ayuno. En esta ocasión, el plato se ha presentado como cierre de la fiesta tradicional musulmana. 

Recordemos que el Ramadán comenzó el pasado 24 de marzo. Desde la Residencia han señalado que la ceremonia del fin de Ramadán es una “gran fiesta”, aunque la falta de los familiares en España hace que la celebración aquí sea “más complicada”. El Ramadán, entendido para la comunidad islámica y musulmana como el mes sagrado, “viene de una prueba”. De alguna forma “se trata de sentir lo que siente la gente con pocos recursos. Puedes tener dinero, pero no puedes usarlo para comprar comida ni bebida”. Aparte de “limpiar el cuerpo”, el ayuno supone para ellos una fuerza de voluntad y un gran esfuerzo, ya que “además de no comer ni beber tampoco podemos mantener relaciones sexuales ni fumar, lo que te hace mejorar y tener más paciencia a lo largo que pasa el mes”.

Tras el éxito que ha supuesto la celebración de estas dos festividades musulmanas, el centro se plantea la posibilidad de repetirlo en los próximos años. Recordemos que en Nuestra Señora de Valvanera se acompaña a personas sin hogar con problemas de salud mental, y se hace a través de un centro de día y de una residencia. Entre las personas atendidas hay muchas personas migrantes, de ahí el intercambio cultural con el que se convive.