Un día de encuentro en torno a la leyenda “la Maliciosa”

Cáritas Madrid. 29 de junio de 2018.- Los 5 proyectos de menores (CEM) de Cáritas Vicaría VIII tuvimos una jornada de convivencia en Cercedilla para celebrar el final de curso.

En el encuentro participamos los menores, sus familias y los voluntarios que los acompañamos durante todo el año.

Con el miedo de que el tiempo no nos jugara una mala pasada con la lluvia, el frío o el calor; nos embarcamos en el viaje 140 participantes de los 5 proyectos, cargados de ilusión y ganas de pasarlo bien.

Después de hacer varios juegos para conocernos, perder los miedos y mezclarnos los CEM haciendo nuevos amigos; fuimos a hacer una ruta por la sierra.

Fue muy bonito ver cómo 140 personas íbamos caminando por la sierra, desde los más mayores hasta algún pequeñito de 2 años, conociendo los árboles que nos rodeaban, disfrutando de los riachuelos, ayudándonos cuando las fuerzas nos flaqueaban y divirtiéndonos en la naturaleza.

Al volver a la casa y reponer fuerzas en la comida, disfrutamos juntos de la gymkana en torno a la leyenda de “la Maliciosa”:

Se cuenta que en tiempos muy remotos, la austera roca que se ve en Cercedilla, llamada La Maliciosa, en su parte más alta, era entonces un espléndido jardín, huerta u oasis. Hasta él sólo sabía acceder una vieja anciana que residía en la población de Cercedilla, los vecinos la llamaban la maliciosa pues decían que tenían poderes mágicos.

Dice la leyenda que un día la curiosidad de un grupo de vecinos se desbordó y éstos no pudieron evitar seguir a la anciana para averiguar cómo conseguía llegar hasta aquél magnífico y desconocido vergel. Pero los vecinos en su paso no respetaron el bosque y dejaban basura y destruían las flores y los arbustos, la anciana al darse cuenta de que la seguían y del destrozo que produjeron los vecinos, invocó a los peores poderes y desató un incendio formidable que acabó con la curiosidad, los vecinos y el maravilloso jardín que albergaba este pico de la sierra de Guadarrama que, desde entonces, y una vez apagado el incendio, dejó a la vista su cara lavada de granito, pero se cuenta por el pueblo que si se demuestra el respeto por la naturaleza y se superan las pruebas se logrará que el jardín vuelva a florecer y el perdón de la anciana.

Todos nos pusimos a la tarea y a través de diversas pruebas que nos enseñaron el Cuidado de la Creación, la importancia del trabajo en equipo y la convivencia entre todos. Todos los grupos pusieron todo su entusiasmo y ánimo para terminar las pruebas, pero fue un equipo de mamás las que consiguieron acabar las primeras y recuperar, como decía la leyenda, todo el esplendor de la naturaleza plasmando sus colores y mensajes en un mural.

Cansados por un día tan intenso, regresamos a nuestras casas y proyectos con las ganas de encontrarnos de nuevo, el año próximo, con nuestros nuevos amigos.