Un año por delante lleno de ilusiones y retos nuevos a superar

Conoce cómo pasan las Navidades en la Casa de Acogida "San Agustín y Santa Mónica".

Cáritas Madrid. 4 de enero de 2019.- Varias señales se van haciendo presentes en el mes de Diciembre que nos empieza a anunciar que la Navidad está próxima a llegar a la Casa de Acogida. La primera es como el pistoletazo de salida y es cuando la Hna. Angelina nos anuncia que es primer domingo de adviento y nos reúne en torno a la Corona para rezar y encender las velas. El segundo y no menos importante, es la transformación de la casa con los adornos navideños, donde todos nos implicamos con algo, dejando para el final el pesebre que se pone a la entrada de la Casa.

La Navidad llega de manera oficial con el Encuentro de Voluntarios, que año tras año, se va consolidando en una jornada donde celebramos la Eucaristía, compartimos una sabrosa comida de “Traje” y nos damos unos pequeños obsequios que a través de la dinámica del “amigo invisible” nos repartimos entre los residentes, voluntarios, hermanas y profesionales de la Casa.

Como digo, ese es el inicio de la Navidad que nos pone en situación con el verdadero sentido de la Navidad, la celebración de la Noche Buena. Que Noche tan Santa, y que Noche tan especial la que se crea en la Casa, donde se comparte la cena, los villancicos, la alegría del encuentro entre residentes antiguos y los de ahora, voluntarios y familiares que vienen a estar esta noche en la Casa con todos nosotros.

El 25 día de Navidad es más festivo y se celebra de manera distinta, disfrutando todos de una comida en un gran buffet, donde los platos van y vienen con la alegría de estar juntos.

Durante la semana se hace una tregua corta pues en nada nos ponemos en la Noche Vieja, y esta sí que se convierte en festiva, la mesa se amplía, los cantos y los bailes aparecen y con gran armonía y fiesta se recibe al Año Nuevo con deseos de paz, tranquilidad y que sea por lo menos igual que este pasado, deseando sin duda que sea mejor.

Van pasando los días, y va pasando la Navidad sin dejar de lado otro de los “clásicos” de la Casa como es la visita al Belén viviente de El Escorial que si todo va bien iremos el día 5 de Enero, volviendo a la casa lo antes posible para preparar nuestros zapatos y esperar con la ilusión de un niño la noche mágica de Reyes y podernos levantar en la mañana y ver que nos han dejados sus Majestades.

Como leéis, muchas cosas nos recuerdan este acontecimiento del Nacimiento de Dios, ese nacimiento que cambió el orden del mundo, que lo sigue cambiando y que nosotros somos pequeños instrumentos de este cambio.

Gracias a todos por vuestra generosidad, vuestro servicio y sobre todo vuestra presencia, porque esto es un fiel reflejo de nuestro lema de esta Navidad: “vidas que cambian vidas”.

Un abrazo. Feliz Navidad y un buen año por delante lleno de ilusiones y retos nuevos a superar.