Un aniversario y cuatro testigos
25 de Marzo de 2025Por María José Álvarez López
Treinta años de Compromiso Solidario, treinta años de compromiso. Y para celebrarlo, cuatro testigos de excepción: Javier y Sebastián, que fueron parte de la fundación de la revista, junto a Cuca y Carmen, lectoras fieles que han seguido su evolución. Hablamos con ellos desde la nostalgia de tantos recuerdos y desde la emoción de saber que la comunicación sigue siendo una herramienta para transformar vidas.
¿Por qué hay que leer Compromiso Solidario?
Cuca Villalba nos dice que lee la revista en formato online. Para ella es «como una pantalla de lo que se está haciendo y, además, es muy entretenida». Considera que, si formas parte de Cáritas Madrid, tienes que leerla: «No te puedes quejar de que no hay comunicación si, cuando te dan un medio como Compromiso Solidario, no lo lees. Quejarse de lo que tú no haces es quejarte de ti mismo». Le gusta que la revista ponga cara y ojos a la labor de Cáritas y destaca especialmente que siempre ofrece buenas noticias sobre las historias y los valores de la gente corriente.
Javier Hernando opina que, si quieres conocer Cáritas, o si eres parte de ella, la revista es tu compromiso y hay que leerla para hacerlo tuyo: «Los testimonios de personas que han experimentado la liberación y salvación de su propia vida te ponen la carne de gallina. No sé qué haces que no la tienes todavía entre tus manos».
Para la hermana Carmen, lo que respira la revista en cada frase es vida. Dice que los reportajes testimoniales están llenos de vida y que le gustan especialmente aquellos que «cuentan las historias desde la positividad; y eso es muy importante porque el dramatismo las empobrece más».
Sebastián Mora comenta que quien no lee Compromiso Solidario se está perdiendo un latido profundo de la realidad y la posibilidad de comprometerse con ella. «Es un intento de decirle a la gente: estamos haciendo cosas, te invitamos a unirte a nosotros, porque ten la seguridad de que te enriquecerás como persona». Para él, «la revista es compartir una pasión por la liberación de los que sufren».
Treinta años de historia y compromiso
Cuca recuerda sus inicios como voluntaria en su parroquia, ayudando a la PRA (persona de referencia del arciprestazgo). Poco después, le pidieron organizar el primer centro de formación solo con voluntariado, y reconoce que conseguir poner en marcha el Centro de Valle Súchil fue uno de los momentos más emocionantes que ha vivido en Cáritas Madrid.
Javier, que se incorporó a Cáritas en 1982, recuerda la creación de Compromiso Solidario en 1995 por la necesidad de información que demandaban cada vez más personas. Explica que el nombre fue elegido por las seis personas del primer consejo de redacción: «Queríamos hacer referencia a que el trabajo de Cáritas tiene mucho que ver con el compromiso y con la caridad que se visibiliza en acciones solidarias. Compromiso solidario no es cualquier compromiso, es un comprometerse con el bien común, que echa raíces en el amor que representan los cuatro corazones del logo de la portada de la revista».
Carmen ha sido parte de la vida de Cáritas y de la acción social de la Iglesia desde los años 80. Ha trabajado en diferentes proyectos hasta llegar a Nazaria baja a la calle, donde convive con chicas sin hogar a las que ayuda a salir de la exclusión social. «He visto vidas muy rotas y cómo recuperaban la sonrisa. Historias de superación, pequeños pasitos hacia la dignidad», cuenta emocionada.
Sebastián empezó como voluntario en la primera casa de acogida del sida con solo 22 años. En cuanto empieza a hojear los números más antiguos de Compromiso Solidario, exclama nostálgico: «Jo, qué recuerdos». Para él, Cáritas tenía que hacer, estar y acompañar, pero también comunicar. Recuerda la energía invertida para conectar con los voluntarios de las parroquias y la sociedad en general. Ese pensamiento recurrente sobre cómo llegar a la gente cristalizó en la revista y después en la web corporativa, en cuyo lanzamiento también participó.
Sebastián defiende «un lenguaje sin sobreentendidos, que se entienda a la primera, una mezcla entre reivindicativo, positivo y realista, con un tono poético que lleve a la emoción».
La evolución de la revista y sus desafíos
Cuca ha visto la evolución de Compromiso Solidario desde que era una publicación meramente informativa hasta convertirse en una revista más amena y apetecible de leer. Sugiere incluir una sección a modo de tablón de anuncios con información sobre nuevas actividades e iniciativas.
Javier observa cómo la vida de Cáritas ha evolucionado en paralelo a la revista. Cree que el formato actual es más atractivo, sugerente y cómodo, con contenidos más precisos y sensibles que aportan información y reflexión.
Carmen nos habla de su propia evolución: de cómo aprendió a poner la otra mejilla y a responder con bondad a los insultos de personas desesperadas. Conmovidos, la invitamos a compartirlo en Compromiso Solidario.
Sebastián reflexiona sobre las realidades que mostramos hoy respecto a las de hace 30 años. «Vemos en otras publicaciones una comunicación más agresiva, gente más xenófoba que no se abre a la realidad y que genera dinámicas violentas. Nuestra misión está clara: debemos comunicar más y mejor que esas personas que están creando actitudes y comportamientos negativos».
Compromiso Solidario: un compromiso que sigue vivo
Los cuatro coinciden en que Compromiso Solidario sigue siendo un testigo vivo de la realidad social, un puente entre Cáritas y la sociedad y un eco de la esperanza que guía la acción social de la Iglesia.
Treinta años después, la revista sigue siendo un compromiso con la verdad, la dignidad y la justicia. Y seguirá caminando con quienes la leen, la escriben y la viven.