Trabajo fecundo para el bien común, colaborando con el Dios creador

Cáritas Madrid 5 de Abril de 2016

Presentación de la Campaña Contra el Paro en las parroquias de Ciudad Lineal y Pueblo Nuevo de Cáritas Vicaría II.

Presentación de la Campaña Contra el Paro en las parroquias de Ciudad Lineal y Pueblo Nuevo de Cáritas Vicaría II.


Cáritas Madrid. 5 de abril de 2016.- Desde la reflexión orante de la realidad, 35 voluntarios de los Arciprestazgos de la Encarnación y Pueblo Nuevo, se congregaron para ubicar y hacer propuestas sobre los materiales de Campaña Contra el Para 2016 "Derecho a un trabajo digno y estable". La primacía en el orden social la tiene la persona. La economía está al servicio del bien común. Pero el contrato social se ha quebrado: priman los intereses económicos de unos pocos sobre la calidad de vida de los países. Las consecuencias son deshumanizadoras: paro, creciente precariedad laboral, angustia vital, ruptura de la persona... Como los discípulos de Jesús cuando echan las redes y no pescan nada, así muchas personas desempleadas o precariadas sienten que las redes de sus vidas son estériles e infructuosas. Pérdida de horizontes y quiebra del sentido vital. La persona es reducida al homo economicus, cuyo valor y significado es ser objeto de consumo. El trabajo digno y estable satisface las necesidades vitales, potencia y promueve el desarrollo personal y hace fecundas las relaciones sociales de las personas y comunidades, cohesionando la sociedad. Pero imperan el fracaso y la frustración en las personas que echan las redes para trabajar y éstas están vacías. También muchas veces las redes solidarias de los voluntarios, que no ven resultados con la frecuencia que desearían por el bien de las personas que acompañan.


Jesús invita a sus discípulos y nos invita hoy a todos nosotros, a seguir echando redes de esperanza presentando realidades distintas, no desde la lógica del voraz consumo o la alienación humana del corto beneficio económico, sino la lógica de la fecundidad del bien común, participando así en la Creación divina.


Tras compartir los materiales, los voluntarios se pusieron en oración, expresando gratitud a Dios por los dones recibidos puestos a disposición de generar trabajo fecundo y vida abundante: el don de la inteligencia, el don de la destreza de las manos, el don de la sensibilidad de indignarnos ante las injusticias generadas o el don de contemplar los frutos del trabajo bien hecho con dignidad y despliegue de la persona en toda su plenitud.Todo ello en una apuesta por el cuidado de los bienes universales, la firmeza y la perseverancia de la responsabilidad común en la protección y aliento de los derechos universales: trabajo y descanso, cultura y tiempo libre, educación y nivel de vida.

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