“Todos podemos hacer algo” - Jornada de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas

Cáritas Madrid 10 de Febrero de 2021

Reflexión escrita por José Ortuño, trabajador de la agencia de colocación de Cáritas Diocesana de Madrid, con motivo de la Jornada Mundial celebrada el 8 de febrero.

Reflexión escrita por José Ortuño, trabajador de la agencia de colocación de Cáritas Diocesana de Madrid, con motivo de la Jornada Mundial celebrada el 8 de febrero.


Cáritas Madrid. 15 febrero 2021.- Josefina Margarita Bakhita no nació con este nombre. En realidad, nació en Darfur (al oeste de Sudán) en 1869. Entre los siete y los nueve años, fue secuestrada por unos mercaderes árabes de esclavos. La experiencia fue tan traumática, que olvidó su nombre.

 

 

Josefina fue pasando de dueño en dueño, hasta que entró al servicio de la familia de un diplomático italiano. Aquí su vida dio un giro: en 1888 recaló en una casa de las hermanas canosianas, en Venecia, donde conoció el cristianismo. En 1890 recibió el Bautismo, el cuidado y la enseñanza de las hermanas dieron como resultado que Josefina Margarita Bakhita (“Afortunada” en árabe) tuvieron como resultado su ingreso en las hermanas canosianas, en 1896.

 

Su vida, que no dejó que quedara marcada por el sufrimiento experimentado durante el cautiverio, fue un signo de esperanza y alegría. Durante el pontificado de Juan Pablo II, fue declarada beata (1992) y, posteriormente, santa (2000).

 

El papa Francisco, en el año 2015, eligió el 8 de febrero para recordar la memoria litúrgica de Santa Josefina Bakhita, para convocar una Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas, jornada que se repite anualmente desde entonces.

 

La trata de personas tiene diversas finalidades: la explotación sexual, el trabajo forzado, la mendacidad forzada; el matrimonio forzado; la venta como niños soldados; y la extracción de órganos siendo la explotación sexual (59%) y el trabajo forzado (34%) las formas más habituales de trata.  Las mujeres representan el 49% y las niñas el 23% de todas las víctimas de la trata.


Condiciones dignas de trabajo

 

En el contexto de pandemia que vivimos, en el que los guantes de látex se han convertido en un bien esencial, se han descubierto episodios de trata de personas relacionados con su producción, según refleja este artículo de La Vanguardia.

 

En el Sudeste asiático, donde se concentra la producción mundial de este producto, se han dado casos de contratación de personas inmigrantes, en sus países de origen, que con la promesa de trabajo se han desplazado a los países donde se ubican algunas fábricas de guantes. Al llegar, se han encontrado con que los empleadores les retiraban el pasaporte y le exigían trabajar sin descanso para devolver draconianos préstamos para pagar el viaje. Finalmente, las autoridades de los Estados Unidos han intervenido, prohibiendo la entrada de guantes producidos en empresas en las que se daba esta situación.

 

Todos podemos hacer algo, informándonos sobre el origen de los productos que compramos, no consumiendo bienes y servicios producidos en condiciones que violen la dignidad de las personas, exigiendo a los poderes públicos que tomen medidas al respecto, siguiendo el ejemplo de las autoridades norteamericanas… A todos nos compete luchar contra la trata de personas y hacer real aquello que dijo San Pablo. “Habéis sido llamados a ser libres” (Gálatas 5:13).

Volver