“Toda una vida de servicio a los demás”

Entrevista a Juanjo de la acogida de la parroquia Nuestra Señora del Valle de Cáritas Vicaría IV.

Cáritas Madrid. 2 de octubre de 2017.-
Desde hace casi treinta años, Juanjo ha estado atendiendo los jueves a las seis de la tarde la acogida de la parroquia de Nuestra Señora del Valle con una dedicación y entrega encomiables. Los últimos años, desde que se jubiló, le acompañaba Albina, su mujer, que le ayudaba mucho tanto en la acogida propiamente dicha como con el reparto de alimentos y en el ropero de la parroquia.

Actualmente, la acogida la atiende Carlos, voluntario que antes de hacerse cargo de la misma, ha aprendido con Juanjo y Albina. Ellos siguen aún acudiendo a la parroquia a ayudar en lo que haga falta.

Nos cuenta Juanjo que en la acogida siempre se ha atendido a todo el mundo, que asistía sin cita previa, habiendo días que se alargaba el trabajo hasta bien entrada la noche. Algunas semanas incluso se citaba a personas para ser atendidas un miércoles o un viernes si no daba tiempo a atenderles el jueves.

En todo este tiempo, además de la acogida, Juanjo ha colaborado con Cáritas en diferentes proyectos, desde el de autoempleo de la Vicaría IV hasta la rehabilitación de viviendas, pasando por charlas a voluntarios. Se siente muy orgulloso y satisfecho con el trabajo que ha realizado en todo este tiempo, especialmente con la rehabilitación de viviendas, tarea a la que dedicó más de ocho años, consiguiendo rehabilitar más de cien viviendas.

Cuando Juanjo entró en Cáritas quería dedicarse a la alfabetización de adultos, tarea que nunca ha llevado a cabo por las cosas del destino, pero salvo eso ha hecho de todo, gracias a su formación polivalente. Ha realizado mucho trabajo administrativo, de coordinación con los Servicios Sociales del Ayuntamiento (tarea no siempre fácil), de escucha activa de las personas acogidas, gestiones en los juzgados y en los registros, etc.

Le ha dedicado muchas horas al trabajo en Cáritas, casi siempre de forma independiente, concienzuda y silenciosa. Agradece mucho la confianza que siempre tuvo en él el párroco don Javier, a quien acaba de suceder don Pablo.

En todos estos años, Juanjo ha tenido muchas y muy grandes satisfacciones, sobre todo cuando ha ayudado a personas a solucionar sus problemas, a tener una vida digna. Nos cuenta varios casos, como el de un chaval analfabeto que acudió a la acogida y acabó aprendiendo a leer y escribir, o el de un pobre al que le consiguieron una vivienda y una forma de ganarse la vida.

Nos dice Albina que han recibido mucho en esta vida y procuran ayudar en todo lo que pueden. Para ella el aburrimiento es una enfermedad. Añade que cuando hacemos acogida los primeros que somos acogidos somos nosotros.

Juanjo y Albina tienen tres hijos y cinco nietos y en la parroquia son más que una institución, todo el mundo los quiere y agradece su labor de todos estos años.