Tina, o la lucha para conseguir ser una madre trabajadora

Cáritas Madrid 8 de Octubre de 2019

Perder tu vivienda, tus hijos y muchos de tus recuerdos. La enfermedad de Tina, vivida desde una situación de calle, le ha obligado a tener que empezar de cero en más de una ocasión. Ahora tiene un techo: la Residencia de Nuestra Señora de Valvanera de Cáritas Madrid. Y lo más importante para lograr ser completamente autónoma: un trabajo. Esta es la historia de Tina y de todos los obstáculos que ha tenido que vencer para llegar hasta aquí.

Perder tu vivienda, tus hijos y muchos de tus recuerdos. La enfermedad de Tina, vivida desde una situación de calle, le ha obligado a tener que empezar de cero en más de una ocasión. Ahora tiene un techo: la Residencia de Nuestra Señora de Valvanera de Cáritas Madrid. Y lo más importante para lograr ser completamente autónoma: un trabajo. Esta es la historia de Tina y de todos los obstáculos que ha tenido que vencer para llegar hasta aquí.

 

Cáritas Madrid. 8 de octubre de 2019.- Cuando Tina echa la mirada atrás no quiere acordarse de cómo llegó del país de África en el que nació. Lo que siempre recuerda es el motivo del viaje:  tenía que ayudar a su familia y pagar una deuda a aguien que también prefiere borrar de su mente. De eso hace ya casi dos décadas y ha pasado página. Durante estos años Tina se ha ganado la vida en diferentes sitios y ocupaciones. Casi todas, a pesar de tener sus papeles en regla, ha sido sin contrato, y muchas veces sin cobrar lo prometido.

Tina conoció a Luis y tuvieron dos hijos. Sus hijos viven con el padre, ya que ella se sentía agobiada y nerviosa cuando nacieron. Un día, sobrepasada, se fue del piso en el que vivía. Y es así como se quedó en la calle. Lo que se encontró fue un ambiente hostil muy difícil de llevar sobre todo si eres mujer.

A veces dormía en casa de una compatriota a la que echaba una mano en su peluquería, pero cuando se encontraba mal, dormía donde podía. Los últimos cinco años son recuerdos borrosos  y dolorosos, como el que tiene del día que dio a luz a un hijo del que no se pudo hacer cargo por estar muy enferma. El niño pasó a ser tutelado por la Comunidad de Madrid y ella no volvió a saber más de su pequeño.

 

Hace un par de veranos, de nuevo embarazada, enferma y viviendo en la calle, la llevaron al hospital a dar a luz a su segundo hijo. La pequeña nació en un hospital. Estando allí pasó de la planta de maternidad a la de psiquiatría, y la niña a una casa de acogida. Cuando le dieron el alta estaba desconcertada y enfadada. Enfadada con todos y por todo.

 

Del albergue a la residencia

En el relato de su vida, uno de los momentos que recuerda fue el paso del albergue, donde pasaba algunas noches, a la Residencia Nuestra Señora de Valvanera para personas con enfermedades mentales en situación de sin hogar. Fue un cambio que tuvo que afrontar con mucho esfuerzo. Las primeras semanas, Tina seguía quedando con sus amigas y buscando excusas para no estar en la residencia.
"Vínculo", esaa palabra mágica que ayuda a estabilizarse, seguía sin aparecer. Tanto ella como nosotros nos mirábamos desconfiados. La oportunidad llegó cuando la acompañamos a una consulta médica. Ahí fue donde nos conocimos y reconocimos por primera vez. Luego llegaron multitud de gestiones que nos dieron más oportunidades de seguir reconociéndonos.

 

Conseguir el NIE, perdido mientras vive en la calle, fue una aventura: cada vez que íbamos a Extranjería, aparecía una causa judicial por la que teníamos que ir a un juzgado. Vivir en la calle y ser mujer es duro. Y sin ser consciente de lo que te pasa, el miedo aflora y te sitúas siempre a la defensiva. Lo que para Tina es buscarse la vida, para la ley es hurto. Pensar que le querían secuestrar, era agresión a la Autoridad…

En todo este tiempo, Tina ha visitado a su hija pequeña, en situación de acogida por una familia temporalmente. Primero lo hacía acompañada, ahora ella sola. También ha vuelto a ver a sus otros hijos y a hablar con su familia en África.

 

Los viajes a los juzgados y la resolución de sus causas pendientes culminaron con un Documento NIE y con un deseo: Tina quería volver a trabajar. Nuestras dudas iniciales sobre su manejo del idioma, del transporte público, y si aguantaría en un trabajo, empezaron a disiparse con una, dos, tres entrevistas en una semana. Una, dos respuestas, esta segunda respuesta fue positiva. Empiezó a trabajar y de eso hace diez meses.

 

"Proceso Rehabilitador con objetivos cumplidos", lo hemos llamado los técnicos en la memoria, pero para Tina sólo es ser una madre trabajadora. 

 

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