Testimonio de vida

Dolores López Sanz, voluntaria de Cáritas Vicaría IV.

Cáritas Madrid. 22 de febrero de 2017.- A sus 85 años, Dolores, sigue acudiendo religiosamente todos los lunes y jueves, de 10 a 13h., a su cita con la Vicaría IV de Cáritas, donde apoya administrativamente al Proyecto Observatorio Local de la Realidad.

Dolores entró en contacto con Cáritas a través del párroco de la iglesia de San Ramón.

Dolores vive sola, es viuda desde hace unos cuarenta años, tiene cuatro hijos y seis nietos, todos ellos muy buenos. Recientemente estuvo enferma y cuidaron de ella con mucho cariño. Gracias a Dios ya está recuperada.

Trabajó más de treinta años como relaciones públicas en una asociación de consumidores, luego hizo un curso de voluntariado de la Comunidad de Madrid y estuvo unos cinco meses colaborando con la Fundación Integra.

Lleva haciendo esta labor en la Vicaria IV, desde hace cinco años y lo hace con mucha ilusión y energía, sorprendente para su edad. No es del barrio y para acudir a su cita con Cáritas, Dolores emplea aproximadamente una hora desde que sale de su casa y llega siempre antes de la hora prevista, es muy puntual.

Además de en Cáritas, Dolores colabora como voluntaria con el Ayuntamiento en un Centro de Mayores, dónde acude los miércoles y los viernes por las mañanas es secretaria de la Junta Directiva.

Dolores está encantada de poder ser útil a los demás, de ayudar en lo que pueda y, además, agradece mucho estar acompañada. Lo que más valora del voluntariado es a la gente que conoce y ha conocido, el cariño que recibe. Le encanta que cuando llega y cuando se va, todos los compañeros y compañeras de Vicaria le den besos. Ella no perdona esa muestra de cariño diaria, y si no se los damos según llega, los reclama con alegría y buen humor.

Se confiesa muy sensible y extrovertida, y se nota que lo es. No aguanta la mentira, no es en absoluto rencorosa y se la ve una persona muy auténtica, transparente, muy sincera, que dice lo que piensa. Dolores es muy fiel a la gente, a las personas, conserva amigas de la infancia con quien sigue viéndose a menudo.

En el trabajo, Dolores es muy ordenada, se toma las tareas muy en serio, como algo personal y no puede estar parada, es muy activa.

Agradecemos muy sinceramente a Dolores su desinteresada dedicación, que con tanta ilusión desempeña en Cáritas y esperamos que pueda seguir llevándola a cabo mucho tiempo.