Tercer domingo de Cuaresma: "Persevera"

Cáritas Madrid 20 de Marzo de 2022

En este tercer domingo de Cuaresma la liturgia nos invita a perseverar, y también a la conversión y a la misericordia con nuestros hermanos: 

Primera lectura: Éxodo (3,1-8a.13-15). Salmo 102. Segunda lectura: Primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (10,1-6.10-12). Evangelio: Lucas (13,1-9).

En este tercer domingo de Cuaresma las lecturas nos llaman a la conversión y a la misericordia. No hay ninguna razón, ni siquiera un precepto religioso, que pueda servir de excusa para, con un corazón misericordioso, no salir al encuentro de aquellos que sufren. El proyecto del Reino es un proyecto humanizador, en el que la defensa de la vida, y de la dignidad de la persona, es una opción prioritaria.

 

Comprometidos con los que menos cuentan

El Evangelio de hoy nos muestra a Jesús en su camino hacia Jerusalén, enseñando a sus discípulos las actitudes que han de tener los que le siguen. La lectura de hoy nos presenta dos de ellas: la conversión y la misericordia. Al igual que el Señor, hemos de abrir los ojos y ver, hemos de abrir los oídos y escuchar, hemos de acercarnos para conocer los sufrimientos de nuestros hermanos, y poner en juego todas nuestras capacidades para librarlos de sus sufrimientos.

Nuestra misericordia ha de ser afectiva, de forma que incline nuestro corazón a las pobrezas; pero también ha de ser efectiva, de forma que ponga en juego todos los recursos personales, eclesiales y sociales para sacarlos de sus pozos. 

Nuestro compromiso por mejorar el mundo ha de empezar por salir al paso de los más pobres, de los más débiles, de los que menos cuentan.

 

Un minuto más

Vivimos en un mundo de rapidez vertiginosa. Mandamos un whatsapp a cualquier parte del mundo y en un instante tenemos la respuesta, queremos consultar una duda en internet, e inmediatamente se nos ofrencen distintos links de resultados de la búsqueda. Esto nos puede hacer caer en el error de pensar que la vida todo es, y ha de ser, "ipso facto".

El Evangelio de hoy nos invita a esperar pacientemente los ritmos de cada uno, también los propios. Las cosas, en el mundo de la naturaleza, trasncurren lentas. Su secreto es la eterna paciencia.

Los procesos humanos también necesitan tiempo de maduración, de pensar y reposar. Por ello en los seguidores de Jesús no cabe e rigorismo o la intransigencia. Dar un tiempo extra, "un minuto más", como dice una canción de la Oreja de Van Gogh de su disco "Cometas en el cielo", es un ejercicio de misericordia. "La paciencia es el apoyo de la debilidad".

Los hermanos en la comunidad cristiana hemos de ser pacientemente misericordiosos unos con otros. Darnos tiempo para crecer es amarnos misericordiosamente. 

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