Tenemos la necesidad de ser escuchados, de existir para otros, de encontrar un sentido a la vida... ¿y tú?

Cáritas Madrid 2 de Agosto de 2017

En el proyecto de personas sin hogar de Cáritas Madrid trabajamos para que las personas atendidas recuperen o adquieran unos hábitosque les permitan crecer como personas

En el proyecto de personas sin hogar de Cáritas Madrid trabajamos para que las personas atendidas recuperen o adquieran unos hábitosque les permitan crecer como personas.


Cáritas Madrid. 3 de agosto de 2017.-

Decían los clásicos primumpanem, deindephilosophari, que traducido libremente quiere decir algo así como primero comer, luego filosofar. Una traducción moderna sería el esquema de las necesidades humanas elaborado por A. Maslow: primero hay que satisfacer las necesidades orgánicas, materiales, como la alimentación o el vestido, antes de pasar a cubrir necesidades más elevadas, como la realización personal o el sentido de trascendencia.


En cierta medida, Maslow no deja de tener razón. Así las personas que llegan al proyecto de personas sin hogar de Cáritas Madrid, CEDIA, en situaciones vitales muy precarias, demandan la cobertura de necesidades muy básicas: un lugar donde dormir, un lugar en el que poder  asearse, un lugar en el que comer.


Pero viendo a estas mismas personas cuando han sido atendidas por Rafael, Miguel o Antonio, los voluntarios que se encargan en CEDIA de la atención inicial por las tardes, nos da que pensar que lo mismo Maslow teniendo su medida de razón, no acertó del todo. Podemos pensar que además de dormir, comer y asearse, están presentes otras necesidades, incluso cuando no se cubren las primeras. La necesidad de ser escuchado, la de existir para otras personas, la de encontrar un sentido a la vida, la de mantener.


En CEDIA no es raro encontrarse con personas atendidas leyendo la Biblia, o que piden permiso para llegar más tarde al Centro de Noche y poder asistir a oficios religiosos. Cuando llega el Ramadán, se adaptan los horarios de entrada y la cena para que los musulmanes puedan acudir a la mezquita y cumplir con los preceptos de su fe.


Hay otra necesidad humana, también de esas que están tapadas por la necesidad de alimento y descanso, que es muy importante: el ocio.


El ocio es una forma de ocupar el tiempo libre que le queda a las personas, tras las horas dedicadas al sueño, al trabajo, a las ocupaciones autoimpuestas, etc. El tipo de ocio que una persona realice puede llevarle a crecer personalmente o le puede llevar a adoptar hábitos de riesgo. Un informe reciente del INJUVE alertaba del creciente consumo de alcohol y drogas entre los jóvenes del medio rural, motivado por la falta de alternativas de ocio saludable.


Desde CEDIA cubrimos la necesidad de un ocio que facilite el crecimiento personal, organizando actividades grupales. En el mes de julio, por ejemplo, personas atendidas, voluntarios y educadores visitamos el Museo de San Isidro, la Casa Museo de Sorolla, la exposición sobre los océanos del Museo Nacional de Ciencias Naturales o participaron de la Batalla Naval de Vallecas.


Seguiremos trabajando para que las personas atendidas recuperen o adquieran unos hábitos de ocio que les permitan crecer como personas.

 

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