Tejemos redes de Esperanza. Día Internacional del Voluntariado

Cáritas Madrid 5 de Diciembre de 2013

Vivimos de la confianza y la cooperación. De todas partes nos llegan mensajes que dicen que, para progresar, para vivir y "ser alguien", es necesaria  la competitividad, que la motivación de ser más y mejor que otros, de hacerlo mejor que los demás, de sobresalir, es la que mueve el mundo. Con todo, muchas personas hemos descubierto que tal vez esto sea cierto en algunas ocasiones y en algunos ámbitos, pero que, en general y para las cosas que de verdad importan, lo fundamental es la cooperación y la confianza. Desde que me levanto hasta que me acuesto, me facilitan la vida mi familia, los amigos, el panadero, el conductor del autobús, mis compañeros de trabajo... ésta es nuestra experiencia común.

 

Y, más allá de esto, hay personas que han decidido confiar en y cooperar con los que menos tienen; que eligen poner su tiempo, su sabiduría, su escucha a disposición, con todo el empeño y el interés por la dignidad y la felicidad de cada uno de los niños y niñas, jóvenes, familias, mujeres, varones, personas mayores con las que entran en relación... y sin buscar ninguna retribución, ningún beneficio económico. Personas que saben que su acción concreta y continuada, quizá pequeña, se teje con las de otros muchos para señalar las causas que provocan pobreza, sufrimiento y exclusión, para anunciar que son posibles otros modos de convivir y organizarnos que nos hacen más felices... ¡a todos!... la acción orgnizada y constante de los voluntarios y voluntarias. 

Y cuando uno, dos, cinco, cien, mil... experimentamos esto, los esquemas al uso saltan, la soledad y la impotencia se rasgan, la luz se abre paso aunque sigan sobre nosotros los mismos nubarrones y la esperanza se hace palpable, visible en la sonrisa de quien estaba solo y angustiado, en el descubrimiento de que podemos comprendernos aunque nuestras vidas nos hayan colocado en lugares muy alejados, en la ayuda concreta para solucionar un problema, en la postura erguida de alguien que nota que la persona que le acompaña confía en ella, en el recorrido de un grupo cuyos componentes se ayudan mutuamente, en alguien que aprende lo que no sabía, en quien encuentra un trabajo que daba por imposible, en las risas y los juegos de los niños y niñas ...
En este DÍA INTERNACIONAL DE VOLUNTARIADO y en los 364 que le seguirán, desde Cáritas Madrid ¡Felicidades a todas las personas voluntarias!

 

¡Gracias por tejer sin parar, con tantos colores, con tantos hilos, con tanto tesón y perseverancia, redes de esperanza!

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