Tan solo doce años: una historia de superación

Cáritas Madrid 16 de Agosto de 2021

“Estoy feliz porque he aprobado y tengo la posibilidad de elegir carrera universitaria…Mamá no hace más que decir que mi vida va a ser mejor que la suya. Y yo, aunque pienso mucho en todo lo que voy a tener que estudiar, también estoy orgullosa de mi esfuerzo”. Este es el testimonio de una de las jóvenes que ha asistido al Centro Educacional de Menores de la Sagrada Familia de Cáritas Madrid.

“Estoy feliz porque he aprobado y tengo la posibilidad de elegir carrera universitaria…Mamá no hace más que decir que mi vida va a ser mejor que la suya. Y yo, aunque pienso mucho en todo lo que voy a tener que estudiar, también estoy orgullosa de mi esfuerzo”. Este es el testimonio de una de las jóvenes que ha asistido al Centro Educacional de Menores de la Sagrada Familia de Cáritas Madrid.

 

Cáritas Madrid. 16 de agosto de 2021.- Esta es la historia de una niña que, con tan sólo 6 años, acude por primera vez a clase en primero de primaria. Una niña que no sacaba muy buenas notas. Una niña que hacía poco tiempo acababa de llegar a vivir a España, y que en casa tenía dificultades porque sus padres trabajaban todo el día y no le podían ayudar con sus deberes. Esa niña era yo, y hoy en día podría ser una niña cualquiera del barrio en el que vivo.

 

Este es el inicio de los últimos doce años de mi vida. Los doce años más importantes para mí, en los que un día mi madre necesitó la ayuda de la parroquia y en Cáritas Diocesana de Madrid le ofrecieron todo lo que podían ofrecerle; desde cubrir necesidades básicas, hasta darnos a mis hermanos y a mí la oportunidad de participar en el Centro Educacional de Menores (CEM) de la parroquia de la Sagrada Familia. Y lo más importante: nos dieron todo su amor y cuidado.

 

En aquel entonces este CEM acababa de iniciarse y casi todos los niños éramos nuevos. Allí las personas voluntarias nos daban clases de refuerzo educativo, poniendo atención en que hiciéramos los deberes y estudiáramos para los exámenes; y además estaban atentas a que nuestras relaciones fueran positivas, a que jugáramos y a inculcarnos valores. Ha sido una suerte tener esta oportunidad.

 

Es verdad que no todo ha sido sencillo. A veces tampoco fui una niña ‘fácil’. Y me he tenido que esforzar mucho. Pero al final las cosas empiezan a salir bien. Este año he estado estudiando la EVAU y, aunque no he tenido la mejor de las notas, estoy feliz porque he aprobado y tengo la posibilidad de elegir carrera universitaria… ¡Qué orgullosos están mis padres! Ellos que casi no pudieron estudiar por tener que trabajar… Mamá no hace más que decir que mi vida va a ser mejor que la suya. Y yo, aunque pienso mucho en todo lo que voy a tener que estudiar, también estoy orgullosa de mi esfuerzo.

 

Éste será el primer año, después de doce de recorrido del proyecto, en el que los jóvenes del CEM de la Sagrada Familia tendremos la oportunidad de cursar estudios universitarios o de formación profesional. Ser esta primera generación para nosotros es un logro. Estamos ayudando a que otros menores cambien su futuro, para que las dificultades sociales que tienen algunas familias vulnerables no se transmitan de generación en generación, y sepan que es posible el cambio. Gracias a toda la comunidad de Cáritas Madrid por hacerlo posible. Especialmente a las personas voluntarias quienes durante estos doce años han dado lo mejor se sí mismos para sacar lo mejor de nosotros.

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