SOMOS LO QUE TÚ NOS AYUDAS A SER: DÍA DE LA IGLESIA DIOCESANA 7 NOVIEMBRE

Cáritas Madrid 7 de Noviembre de 2021

Cáritas Madrid, como obra social de la Iglesia de Madrid, nos sumamos a la celebración de este día. Y animamos a la ciudadanía a sumarse y colaborar por una sociedad más justa, igualitaria y solidaria a través de algunos de nuestros proyectos sociales. Gracias a las aportaciones de donantes, colaboradores y personas voluntarias “somos lo que nos ayudáis a ser”.

Este domingo celebramos el Día de la Iglesia Diocesana, en el que se recuerda que la fe no se vive en solitario, sino dentro de una comunidad, y se invita a colaborar con la parroquia con oración, las propias cualidades, tiempo o apoyo económico.

Desde Cáritas Diocesana de Madrid, como obra social de la Iglesia de Madrid, nos sumamos a esta celebración. Y también invitamos a la ciudadanía madrileña a sumarse colaborando en algunos de nuestros proyectos sociales, o acercándose a una de nuestras más de 450 Cáritas parroquiales.

Con una alusión al lema de la jornada, el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, recuerda en una carta que «somos lo que tú nos ayudas a ser» y, poniendo el foco en los recién iniciados trabajos del Sínodo, subraya que hay que «caminar unidos, laicos, vida consagrada y pastores, junto al sucesor de Pedro», «participar todos juntos en un mismo proyecto, en una misma misión».

El Día de la Iglesia Diocesana, según detalla, es «la fiesta de la comunión de todos los fieles de la diócesis, en torno a su obispo, en una misión común». «Somos responsables de que el proyecto de Dios en la diócesis de Madrid se conozca, se anuncie y se cuide. Nuestra participación realizada en la medida de nuestras posibilidades es indispensable», asevera, antes de animar a los fieles a hacerse preguntas como «¿qué hago yo por mi Iglesia?, ¿tengo un compromiso con mi parroquia, con mi comunidad, con la Iglesia?, ¿solamente acudo a la parroquia de visita, de paso?».

En este sentido, el purpurado incide en que «cualquier aportación, personal o económica, por pequeña que sea, enriquece a la Iglesia, genera un dinamismo que, con la fuerza del Espíritu Santo, la hace multiplicarse», como recoge la parábola del grano de mostaza (Mt 13, 31-33).

«Pidamos al Señor la gracia de sentirnos miembros de la Iglesia, de sentirnos de los suyos, seguidores de las huellas de Cristo y acogedores de su gracia y su amor –remarca–. Pidamos que la Iglesia sea una institución viva, apasionada por Jesús, comprometida con los que más necesitan, generosa, que sea un hogar para todos los hombres»

Fuente: Infomadrid

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