Sobran las palabras para decir BASTA

Cáritas Madrid 23 de Noviembre de 2018

Jorge Dompablo, Párroco de Nuestra Señora de la Guía, ha querido solidarizarse con todos aquellos que sufren las injusticias de estar en la calle.

Cáritas Madrid. 23 de noviembre de 2018.- Jorge Dompablo, Párroco de Nuestra Señora de la Guía, ha querido solidarizarse con todos aquellos que sufren las injusticias de estar en la calle. Y se ha hecho uno más, para vivir por unas horas, el frío, la indiferencia, la soledad… pero también la ternura y la solidaridad de gente con corazón que se ha acercado para estar a su lado.

 

Ha estado dos horas sentado en una acera durante dos días para apoyar la campaña “Nadie sin hogar” de este año. En dos plazas muy concurridas de nuestro territorio, soportando el frío y la lluvia, como un auténtico pobre.

 

Con las piernas entumecidas y calado hasta los huesos nos ha comentado lo que ha sentido tras esta experiencia.

 

“Ha sido duro cuando ves pasar a la gente que no te mira, pero a la vez bonito por unirme a ellos. Cuando te ves en esa situación, entiendes de verdad a la gente que está en la calle. Sientes el dolor que debe experimentar esas personas que te están pidiendo limosna o alimentos y la mayor parte de los que pasan a tu lado giran la cabeza para no verte o te ponen mala cara” dice Jorge.

 

Sientes la soledad, el abandono, el que efectivamente la gente pasa y no te mira, sabes que te están viendo porque no te pisan, pero poca gente te dedica una mirada de ternura y sin embargo ha habido una señora que me ha dicho –estarás pasando frío- y me ha dado una moneda, como algunos otros que han hecho lo mismo casi sin mirarme.

 

Lo más bonito ha sido un chico joven que se ha agachado para darme una lata de atún y un trozo de pan. Me ha dado la lata abierta. Eso me ha emocionado. He vivido emociones muy fuertes, es emocionante verte solo pero también es emocionante ver que la gente te mira y te quiere. He sentido el cariño sincero en la señora y en el chico joven. Y ayer, también, dos chicas chinas que se acercaron y me dieron su bollo.

 

Pero lo que realmente ha sido una experiencia muy intensa, nos cuenta con la voz entrecortada por la emoción, es que lo que me han dado de comer, me lo han dado partido, como parto yo el pan en la Eucaristía, partido por la mitad. Podían habérmelo dado entero, pero lo han partido con las dos manos. Me han dado no solo el alimento, sino parte de su vida”.

 

Y también he sentido el apoyo sincero de todos los de Cáritas que estabais formado parte de esto. No sólo era yo el que estaba allí, sino que estabais todos compartiendo conmigo ese momento y ese pan partido y el estar todos a mi alrededor ha sido una experiencia muy intensa.

 

Tras este testimonio que nos sobrecoge y nos anima a luchar para conseguir que no haya nadie sin hogar, solo podemos decir que sobran las palabras…

 

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