Sin cambio social, nuestra tarea no es fecunda

Cáritas Madrid 2 de Febrero de 2016

Claves prácticas en el acompañamiento familiar, en la Escuela de Vida de Cáritas Vicaría II.

Claves prácticas en el acompañamiento familiar, en la Escuela de Vida de Cáritas Vicaría II.

 

Cáritas Madrid. 2 de febrero de 2016.- Todo lo que hacemos en Cáritas repercute en la vida de las familias. La unidad familiar es escuela de vida, es el lugar de aprendizaje y humanización por excelencia.Todo compromiso del voluntariado debe dirigirse a la constelación familiar. Porque la familia es nuestro lugar de confianza y calor. Y para los cristianos, la familia es lugar privilegiado de vivir la compasión y fraternidad de Jesús, acogiéndonos y potenciándonos entre todos sus miembros. Pero la familia, al ser lugar de relación y convivencia, sufre las complejidades, pobrezas y contradicciones de la condición humana. Y lo que debería ser ese lugar cálido y fecundo en humanidad, se convierte en ruptura, en malestar entre los mismos familiares debido a factores laborales, económicos, hábitos de deterioro salud, de deterioro de la relación, etc... Y Cáritas da una mirada totalizadora e integral a toda su intervención social confluyendo toda ella en el acompañamiento familiar. Porque las personas crecen, sanan y se liberan si su ámbito familiar es un lugar sano, liberador y humanizante. Por eso Cáritas acompaña dando sentido a las distintas intervenciones en la vida de la persona.

 

Toda la intervención social que constituye las distintas fases del acompañamiento, va dirigida al cambio social de las personas y sus entornos familiares. Si no nos dirigimos al cambio liberador, nuestra intervención será estéril y banal, por no decir contraproducente para una vida digna.

 

Así, acompañados por Beatriz, del servicio diocesano de prestaciones económicas, 24 voluntarios de los Arciprestazgos Espíritu Santo y Santísima Trinidad, de Cáritas Vicaría II, se han reunido en dos sesiones para actualizar y compartir desde dónde realizamos el acompañamiento con las familias.

 

¿Es un acompañamiento desde el control, desde el asistencialismo de dar lo que piden y necesitan? ¿O más bien nuestro objetivo es diseñar un acompañamiento que impulse el cambio transformador y establezca intervención social marcando objetivos de crecimiento y promocionales a consensuar con la familia? O dicho de otro modo,  ¿acompañamos a la familia intentando sacar el potencial, lo mejor de cada persona que la compone o es un acompañamiento dirigido, paternalista, muchas veces con una mirada inconsciente de estereotipos y prejuicios?

 

Este es el reto apasionado y liberador por el que apuesta Cáritas y su voluntariado, porque es en el ámbito familiar donde nos jugamos esa vida digna y en abundancia que nos constituye y a la que hemos sido convocados.

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