Sexto Domingo de Pascua: "No os dejaré huérfanos"

Cáritas Madrid 17 de Mayo de 2020

En este momento de especial dificultad, Jesús, el Señor, nos recuerda que vive ahora para siempre en nosotros. En un mundo desesperanzado y desanimado, donde falta el espíritu, Cristo nos siembra para que tocados por su espíritu podamos devolver la esperanza, dar razón de ella a los que más lo necesitan.

 

 

Lecturas del día: Libro de los Hechos de los apóstoles (8,5-8.14-17); Sal 65,1-3a.4-5.6-7a.16.20. Primera carta del apóstol san Pedro (3,1.15-18). Evangelio según san Juan (14,15-21).

 

 

En este momento de especial dificultad, Jesús, el Señor, nos recuerda que vive ahora para siempre en nosotros. En un mundo desesperanzado y desanimado, donde falta el espíritu, Cristo nos siembra para que tocados por su espíritu podamos devolver la esperanza, dar razón de ella a los que más lo necesitan.




Cáritas Madrid. 17 de mayo de 2020.- La mayor orfandad en lo humano es un vivir sin espíritu, deshabitados. En este momento de especial dificultad hoy las lecturas nos recuerdan que Cristo resucitado no nos abandona, nos concede su espíritu, para que nos sepamos habitados, acompañados y queridos. Él nos invita a la confianza en el Padre y vivir en la calma de los que son amparados por la bondad y la buena noticia de la salvación. En un mundo desesperanzado y desanimado, donde falta el espíritu, Cristo nos siembra para que tocados por su espíritu podamos devolver la esperanza, dar razón de ella a los que más lo necesitan. El camino de la Esperanza pasa por el encuentro de una humanidad que acoge y sana, que vincula e incluye, que reconoce dignidad y sienta a la mesa a todos para compartir el mismo pan. Hemos sido elegidos como misioneros de la esperanza divina y para ello, Cristo resucitado nos adentra y adopta en su Espíritu.

 

LA FE EN JESÚS ES UNA FE QUE RESISTE
«Jesús es un creyente en medio de la oscuridad. Animado por el Espíritu que le conduce, se mantiene fiel en la búsqueda. El saber o no tenerlo todo claro es el humus de la fe de Jesús. Inmerso de lleno en la condición humana, Jesús comparte la tarea de todo caminante: la tarea de la búsqueda… La fe de Jesús se mantiene firme en medio de la noche, de la incertidumbre, del no saber. Esta es una dimensión profundamente humana de la persona de Jesús…
La fe en Jesús es una fe que resiste y se mantiene firma en la tentación, en la pasión y en el fracaso humano, cuando todos los signos parecen anunciar un alejamiento o una ausencia del Reino. La escena de Getsemaní manifiesta todo el dramatismo de esta lucha, de esta agonía. En este momento la de Jesús se convierte en una fe “agónica” en el sentido más genuino de la palabra. No es una fe débil o mortecina, sino una fe que resiste la prueba. Esta fe es una confianza en las promesas de dios, en su poder salvífico, cuando todas las posibilidades humanas se agotan. Jesús se mantiene fiel cuando el Padre calla ante su cruz…
Creer cristianamente hoy al estilo de Jesús significa resistir firmes, mantenerse con una paciencia activa en medio de la prueba. “Porque el que seamos cristianos —dice San Cipriano— es por la fe y la esperanza; pero es necesaria la paciencia, para que esta fe y esperanza lleguen a dar su fruto»(45).

 

 

CUESTIONARIO PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO
1.  «No perdáis la calma». ¿Qué nos hace perder la calma hoy? ¿Cómo seguir confiando?

2.  «Si me amaráis, cumpliréis mis mandamientos». ¿Cómo concretar estas palabras de Jesús en tu compromiso de cada día?

3.  ¿Cómo ha de dar Cáritas razón de nuestra esperanza? ¿Signos que ha de mostrar?

4.  ¿Qué te sugiere el texto de Felicísimo Martínez «La fe en Jesús es una fe que resiste»?




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