Ser voluntario: Un compromiso propuesto, una riqueza vital regalada

Cáritas Madrid 20 de Octubre de 2017

Presencia de la red de Cáritas en el Colegio Nuevo Equipo

Presencia de la red de Cáritas en el Colegio Nuevo Equipo.

 

Cáritas Madrid. 20 de octubre de 2017.- Otro año más, hacemos posible el itinerario de colaboración entre Cáritas y el colegio Nuevo Equipo, ubicado en Vicaría II. Un itinerario que se desdobla en dos momentos: una sesión en clase con los alumnos, con mesa de experiencias, y luego la posibilidad de visitar y hacer voluntariado en algunos de los proyectos o centros de Cáritas.

 

Para lo primero, contamos con el testimonio de Marta, Raquel y Diego, que nos relataron su trayectoria de compromiso social y lo que les ha supuesto en riqueza y crecimiento vital. Ser voluntario, algo que se cuece y se enriquece, como los mejores guisos que deleitan al paladar. Se cuece porque para dar el primer paso, necesitamos que alguien nos anime, nos señale que merece la pena organizarse y liberar tiempos para algo que no se pesa en dinero ni es medible en apariencias, sino que nos hace descubrir la pasión por lo humano desde el encuentro con la persona herida por la pobreza o la exclusión social. Hay una fase inicial de ese cocer interno, de plantearnos dudas y miedos ante la desconocida aventura voluntaria propuesta. De si seré capaz, si valdré… Pero esas actitudes vacilantes se diluyen cuando conocemos a las personas, trabajamos en equipo y vivimos con novedad ilusionante nuestra inmersión en el voluntariado social.

 

Con el paso del tiempo, ese compromiso propuesto va cambiando nuestra vida, nuestro corazón bombea ternura con las historias de sufrimiento conocidas y vivimos una auténtica experiencia vital que se nos ha regalado desde nuestra libre autonomía personal. Una riqueza humana que nos hace dejarnos afectar por la existencia del otro, de acoger el amor de quienes acompañamos. Esto es rompedor y rupturista. Es rompedor porque nos rompe esquemas, hábitos y actitudes rutinarias adquiridas que no nos aportaban nada a nuestro ser personas, y es rupturista porque nos abre con sorpresa a algo nuevo que nos llena. Nace y brota la gratuidad, no el mercadeo interesado de las relaciones humanas que se empobrecen.

 

Así lo contaron Marta desde el proyecto de menores de Ciudad Lineal, Raquel del Centro Mujer de zona centro, y Diego del centro Nuestra Señora de Valvanera en puente de Vallecas, todos ellos de la red de Cáritas Madrid. Ahora hace falta que estas tres vivencias hayan cautivado a los alumnos de este colegio. Pero esa es otra historia que debe ser contada en otra ocasión.

Volver