Ser voluntario en CEDIA es mucho más que ayudar a las personas sin hogar
Cáritas Madrid 13 de Marzo de 2020El Centro de Información y Acogida a personas sin hogar de Cáritas Diocesana de Madrid, CEDIA 24Horas, cambia a las personas que acuden allí y a los voluntarios que colaboran en el proyecto. Descubre por qué...
El Centro de Información y Acogida a personas sin hogar de Cáritas Diocesana de Madrid, CEDIA 24Horas, cambia a las personas que acuden allí y a los voluntarios que colaboran en el proyecto. Descubre por qué...
Cáritas Madrid. 13 de marzo de 2020.- Ser voluntario es siempre algo especial, pero ser voluntario en CEDIA, -el centro de atención y acogida a personas sin hogar de Cáritas Madrid- es, si cabe, más especial. Ser voluntario en CEDIA no es sólo atender las necesidades de las personas que llegan. Es también hacer que vuelvan a ser ellos mismos.
Mª Jesús, voluntaria del centro, situado en la calle de Cuart de Poblet, en Madrid, la diferencia es que aquí las personas a las que se atiende son siempre o casi siempre, gente de calle, “muy necesitada de estima”. O, como nos cuenta Manolo, otro voluntario, “aquí estás en contacto con la exclusión”.
Las personas que pierden su casa no sólo pierden un techo bajo el que dormir, pierden un hogar, pierden su autoestima, su autorrealización, la aceptación social. Por eso en CEDIA no sólo les damos cobijo y alimento, aquí comparten alegría, les ayudamos a volver a confiar en los demás y en las nuevas oportunidades de la vida. Les animamos a recuperar ilusiones, a volver a ser ellos mismos.
Para las personas sin hogar, la motivación y la autoestima es un punto de partida esencial para fortalecer su personalidad y volver a insertarse en el mundo laboral y social. Conscientes de esto, en CEDIA realizamos talleres para dotarles de las herramientas necesarias para poder dar este paso con una formación de la que muchos carecen. Como nos cuenta Manolo, “cada día es distinto. Son muchas las necesidades y diversas. Por eso, el voluntario de CEDIA ha de ser abierto, flexible y cercano”.
La multiplicación de la esperanza
Llegan personas que buscan compañía y cobijo y desde su acogida, los voluntarios están siempre con ellos. Como dice el Papa Francisco, “comprometiéndose, hacen el milagro de la multiplicación de la esperanza”.
Manolo comenzó su voluntariado de Cáritas trabajando en otros proyectos. Un día le propusieron cambiar, ir a CEDIA, aceptó y desde entonces, su compromiso es total. Mª Jesús, sin embargo, inició su voluntariado en CEDIA, animada por una trabajadora del centro. Los dos recuerdan el primer día que llegaron porque se tienen sensaciones enfrentadas; por un lado ilusión y por otro lado miedo frente a una situación que parece difícil. Manolo afirma que sintió sorpresa, desconcierto, ilusión, necesidad, clamor… Por su parte, Mª Jesús sintió miedo, decisión, coraje, amor a los demás y firmeza.
De este primer día ya han pasado unos años y allí siguen ambos. Como dice el Papa Francisco, en su Discurso con los voluntarios de la JMJ Panamá 2019: “Y también han tenido que vivir momentos duros que les exigió alguno que otro sacrificio” Para Mª Jesús fue duro “El primer día en Cedia; me mandaron con un enfermo que acabó ingresado. Yo no tenía ni idea de cómo hacerlo; cuando lo conseguí me sentí genial; había cumplido”. Manolo nos cuenta que lo pasa mal “Cuando la persona está muy sucia o cuando se muestra agresiva. Algunas veces se supera y otras no”.
Dificultades y alegrías
El Papa Juan Pablo II hablando del voluntariado, dijo: “El entusiasmo del impulso inicial hay que unir un gradual y paciente camino de formación y perseverancia”, algo que ratifican nuestros voluntarios. Como ellos mismos nos dicen, es necesaria la formación. Cáritas Diocesana de Madrid ofrece formación continua. Cada día presenta diferentes situaciones que tienen que estar preparados para afrontar. Acertar con la actitud de los usuarios es para Mª Jesús una de las dificultades de colaborar en este proyecto. Por su parte, para Manolo lo más difícil es poder conocer a las personas por su nombre, por su corta estancia en el centro.
A pesar de las dificultades y la dureza de este día a día, este centro proporciona experiencias inigualables, como presenciar la recuperación de las personas o cuando una de ellas se sincera y te cuenta cómo se siente. Y es que la relación que se establece entre los usuarios y los voluntarios del centro es, en palabras de éstos, “una relación cercana, de cariño, apoyo y normas”. Pero, sobre todo lo que hay es “comprensión”. Los usuarios encuentran confianza en los voluntarios y se fían de ellos.
CEDIA es capaz de cambiar a las personas sin hogar que se acercan al centro y también a los voluntarios que trabajan con ellos. Mª Jesús cree que CEDIA le ha hecho más humana y Manolo ha cambiado en su percepción y cercanía a las personas sin hogar. Los dos tienen un deseo para el centro: “Que siga creciendo en ayuda, cariño, comprensión”. Esperamos que así sea.