Sequía de riqueza para muchos, lluvia de riqueza para unos pocos...

Jornada de sensibilización de Cáritas Vicaría II en el colegio Inmaculada Concepción del Barrio de Salamanca.

Cáritas Madrid. 27 de abril de 2016.- ¿Qué hace Cáritas ? ¿Qué puedo hacer yo? Esta es la propuesta que trabajamos con 54 alumnos de 1º de Bachillerato del colegio Inmaculada Concepción situado en el barrio de Salamanca. Cáritas es más que una organización: es una forma de vivir, pero... todavía más, es una forma de celebrar y vivir comunitariamente. De cultivar a la persona como ser relacional. Como ser social. Una forma de vivir para transformar desajustes y vivir para plenificar lo que somos. El mundo de hoy se nos presenta como un permanente desafío. ¿Desde dónde respondemos? En Cáritas proponemos una forma de situarnos ante la vida, desde una biografía del compromiso: en Cáritas damos para cubrir necesidades básicas y acompañamos para que la persona sea.En definitiva, en Cáritas vivimos la Caridad (esto es, el amor pleno y liberador de Dios hacia la dignidad del ser humano) desde nuestra forma de pensar, sentir y actuar. Pensamiento que es desvelo por la condición humana, afecto que nos brota de las entrañas y un hacer con corazón y pasión.

Se deteriora el medio ambiente, también se deteriora el medio social. Hay agentes contaminantes que destruyen las relaciones humanas y a las personas: el paro y la precariedad laboral, la violencia, los desahucios,la desigualdad que empobrece... Los gases del efecto invernadero social: el individualismo, la competitividad, la indiferencia, las relaciones utilitaristas, interesadas, superficiales, instrumentales...y sus consecuencias: exclusión, soledad, humillación... Cáritas propone: cambio urgente del estilo de vida, humanizar las relaciones:compartir, darse, cuidar la Tierra, cuidarnos entre nosotros, romper muros y alambradas defensivas internas y externas.

Esta es la reflexión que compartimos con alumnos y profesores, ser conscientes y hacernos cargo que mientras la sequía de la injusticia llega a muchos y genera aridez de desamor y falta de ternura y compasión, la lluvia de los bienes y recursos que son de todos, solo cae para unos pocos.