Sentirnos habitados para el bien común

Cáritas Madrid 3 de Enero de 2018

Presentación de la Campaña de Navidad en los arciprestazgos de Nuestra Señora de la Encarnación y de Pueblo Nuevo de Cáritas Vicaría II

Presentación de la Campaña de Navidad en los arciprestazgos de Nuestra Señora de la Encarnación y de Pueblo Nuevo de Cáritas Vicaría II.


Cáritas Madrid. 3 de enero de 2018.- La Navidad no es ruido. La Navidad es contemplación. Y contemplamos el acontecimiento ocurrido en un establo a las afueras de Belén. Lo humano y lo divino se fecundan y se nos regala un futuro que hay que ayudar a construir y crecer. Un futuro para toda la Humanidad. Un niño nos ha nacido que debe crecer y ser cuidado, como cualquier persona y más si es frágil y está magullada por las heridas de la pobreza. Y esa contemplación en silencio de este acontecimiento que libera al mundo de una vida sin sentido, de un final de la historia sin esperanza, nos hace sentirnos habitados y nos lleva a un compromiso que abraza a todo lo humano, sin matices ni distinciones, tampoco sin idealismos. Un compromiso que abre horizontes vitales, pequeños o grandes, en un contexto de confianza y reciprocidad entre los seres humanos. Un compromiso que se desgrana en un dinamismo en proceso:


-Nos sentimos habitados y por tanto interpelados con la humanidad. Un compromiso que es salir de nosotros mismos, de nuestro pequeño microcosmos de preocupaciones y acomodos.


-Un compromiso que si es verdadero, nos cambia con los pequeños gestos realizados. Gestos cotidianos y sencillos ante las necesidades del otro.


-Los gestos nos configuran en un ser ofrenda permanente, en un estilo de vida claramente posicionado en favor de los derechos humanos y sociales.


-Y esa vida entregada que es más que una actitud de servicio, tiene su objetivo en la transformación de la injusticia en esa felicidad pública que es el bien común.


Que no nos acostumbremos al frío de la deshumanización, a la humillante indiferencia ante las lágrimas del que no puede más porque se siente doblegado por la falta de trabajo, la enfermedad o el desarraigo. Por ello, desde el compromiso de Cáritas, queremos vivir esta Navidad en Comunidad inundados por esa contemplación ante lo que nos habita a todas las personas: la esperanza en el hoy.

 

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