Señor, tú me llamaste

Cáritas Madrid. 14 de junio de 2018.- Nuestra sociedad nos ofrece múltiples oportunidades para hacer voluntariado. Afortunadamente, cada vez hay más organizaciones que brindan la ocasión de ayudar a los demás, desde muy diversas facetas. La mayoría de ellas también trabajan para construir un mundo más justo. ¿Dónde está la diferencia? la diferencia la podemos encontrar en lo más profundo del corazón al tomar conciencia de Quién nos ha llamado.

Hoy nos paramos para reflexionar y preguntarnos por qué somos voluntarios de Cáritas y qué nos ha movido a entrar en esta gran familia. Nos paramos para compartir un momento de oración, para pensar en Aquel que nos ha llamado a estar aquí y dejar en un segundo plano todas las noticias que enviamos con las actividades que se realizan en nuestras parroquias y arciprestazgos.

Señor, tú me llamaste
para ser instrumento de tu gracia,
para anunciar la buena nueva,
para sanar las almas.

Instrumento de paz y de justicia,
pregonero de todas tus palabras,
agua para calmar la sed hiriente,
mano que bendice y que ama.

Señor, tú me llamaste
para curar los corazones heridos,
para gritar, en medio de las plazas,
que el Amor está vivo,
para sacar del sueño a los que duermen
y liberar al cautivo.
Soy cera blanda entre tus dedos,
haz lo que quieras conmigo.

Señor, tú me llamaste
para salvar al mundo ya cansado,
para amar a los hombres
que tú, Padre, me diste como hermanos.
Señor, me quieres para abolir las guerras,
y aliviar la miseria y el pecado;
hacer temblar las piedras
y ahuyentar a los lobos del rebaño.

Amén.