Semana Formativa en Cáritas Vicaría V: Una vacuna contra el desaliento

Cáritas Madrid 23 de Febrero de 2017

Cáritas Madrid. 23 de febrero de 2017.-Es difícil que nuestras experiencias coincidan con las expectativas en los procesos y realidades en los que habitualmente nos desenvolvemos. Algunas veces, afortunadamente, todo sale a pedir de boca; pero otras experimentamos el desasosiego de no haber acertado, y buscamos la causa de lo que parece un fracaso: la actuación de uno mismo, los compañeros, los jefes, el entorno, los chicos, las personas a las que acompañamos, etc. Es lógico buscar causas, procurando sobre todo no engañarse.


Muchas veces olvidamos, en esta búsqueda de causas, indagar en nuestra actitud profunda en relación con este proceso de intensa unión con los demás que constituye el acompañamiento a quien lo necesita. Y a esto precisamente nos ha invitado la semana de formativa que bajo el lema “El camino de la caridad. Cuando la caridad es el camino”. Tres tardes que han supuesto una carga de profundidad para remover nuestros prejuicios, rutinas y autoflagelaciones.


Para mí han constituido un apercibimiento sobre algunos aspectos que muchas veces tiendo a olvidar, de lo quiero destacar lo siguiente:

 

-       -Somos llamados por Dios para lo que menos esperamos. Por eso nos rebelamos o ponemos excusas. Sin embargo es esa llamada la que nos da la dimensión real de nuestro encuentro con Dios. Ahí tenemos el ejemplo de Moisés, Jonás, Amós,…

 

-       -Para oír esa llamada hay que estar atentos, lo que en estos tiempos de tanta apetencia, distracciones y banales obligaciones autoimpuestas no es fácil. Es por eso importante desarrollar la capacidad de interpretar los signos que se nos presentan cada día, y tener momentos de silencio que permitan el discernimiento sereno.

 

-        -Paradójicamente, en línea con la intervención y mensaje de Dios en nuestra historia, la llamada no va dirigida principalmente a sacar fruto de nuestras fortalezas, sino de nuestras debilidades.

 

-       -La respuesta que parece querer Dios es una respuesta que implica una actitud de libertad (en último término somos libres para aceptar esa llamada), de disponibilidad (no vale el “ahora voy” del hijo que tenía que ir a la viña), de sensibilidad (para con la realidad de los demás y la propia), y de humildad (aceptar que mi enfoque no tiene por qué ser el bueno, y que tenemos una limitada influencia en la marcha de los acontecimientos).

 

-       -La respuesta auténtica pasa por encontrar a Dios a través de otras personas, nos parezcan justas o injustas, positivas o negativas en cualquier dimensión de las que a priori consideramos importantes.

 

Durante estas tres tardes, el numeroso grupo reunido en la Parroquia del Purísimo Corazón de Maria  hemos sido conscientes de que, de alguna forma, se nos estaba revelando el camino para afianzarnos en nuestra opción de voluntariado. Y, tanto como el itinerario descrito magníficamente por José Luis inspirándose en la Biblia, me ha ayudado a ese afianzamiento el espíritu abierto y decidido de personas con mucha experiencia, que desde distintas perspectivas y trayectorias vitales me han iluminado, a través de sus intervenciones y comentarios, en la tarea de no perder el entusiasmo.


Todo esto no basta con experimentarlo y compartirlo. Me queda la tarea de interiorizar las pautas de esa apertura a la llamada de Dios y de mi respuesta. Solamente con esa interiorización mi actitud, por encima de fallos momentáneos, será la realmente útil para la construcción de la sociedad que Dios desea.

 

Recomiendo de corazón a todos los voluntarios que asistan a las semanas de formación por venir. No es perder el tiempo, es tener la oportunidad de encontrarse consigo mismo y con Dios.

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