Segundo Domingo de Pascua: fiesta de la Divina Misericordia

Cáritas Madrid 11 de Abril de 2021

El II domingo de Pascua, se celebra la fiesta de la Divina Misericordia, instituida por san Juan Pablo II.


Lecturas del día: Primera lectura: Hch 4, 32-35; Sal 117,2-4.22-24.25-27a; Segunda lectura: 1 Jn 5, 1-6; Evangelio: Jn 20, 19-31: "Bienaventurados los que crean sin haber visto".

El II domingo de Pascua, se celebra la fiesta de la Divina Misericordia, instituida por san Juan Pablo II.



Lecturas del día: Primera lectura: Hch 4, 32-35; 
Sal 117,2-4.22-24.25-27a; Segunda lectura: 1 Jn 5, 1-6; Evangelio: Jn 20, 19-31: "Bienaventurados los que crean sin haber visto".


Cáritas Madrid. 11 de abril de 2021.- En el 2000, durante la canonización de Santa Faustina, Juan Pablo II instituyó la fiesta de la Divina Misericordia para la Iglesia del mundo. La elección del primer domingo después de Pascua como fiesta de la misericordia tiene su propio significado teológico, el cual indica un fuerte vínculo entre el misterio pascual de la Redención y el misterio de la Misericordia de Dios. La fiesta no sólo es un día de especial adoración a Dios en el misterio de la misericordia, sino que es un tiempo de gracia para todas las personas.


Avanzamos en este segundo domingo de Pascua en el que se hace necesario aumentar nuesta fe en el Señor que vive, en el Resucitado. Ser testigos de la Vida trae consigo una renovación de nuestro tetimonio, volver creativas nuestras palabras y acciones para transmitir a nuestro mundo la esperanza en Aquel que no ha salvado. 


La vida comunitari es una invitación constante a tejer lazos de comunión y solidaridad, a transparentar una existencia donde la fe y el amor son las columnas que sostienen al creyente. Ver para creer en quién ha caminado a tu lado, en el Señor que ha llenado tu vida luz y alegría, es el deseo de Jesús.



CUESTIONARIO PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO

La misericordia se experimenta con fuerza dentro de la vida comunitaria, familiar, social. La misericordia procura en la comunidad un solo corazón y un solo espíritu:

-¿Con qué detalles fomentamos la vida comunitaria y familiar en nuestro entorno?

-¿Buscamos lo que une e integra, o solemos marcar fronteras y cerrazón?

- ¿Qué dificultades encontramos para la comunión de bienes en nuestras comunidades?

- ¿Tenemos experiencias de donación, altruismo, solidaridad en el seno de nuestra comunidad?


ORACIÓN


Dichoso tú, Tomás
Dichoso tú, Tomás, que viste las llagas y quedaste tocado; te asomaste a las vidrieras de la misericordia y quedaste deslumbrado; palpaste las heridas de los clavos y despertaste a la vida; metiste tu mano en mi costado y recuperaste la fe y la esperanza perdidas. Pero, ¿qué hicieron después, Tomás, tus manos?
Ahora, ven conmigo a tocar otras llagas todavía más dolorosas.
Mira de norte a sur, de izquierda a derecha, del centro a la periferia, llagas por todos los lados:
las del hambriento, las del emigrante, las del parado, las del sin techo, las del pobre pordiosero, las de todos los fracasados. ¡Señor mío!
Las del discapacitado, las del deprimido, las del accidentado, las del enfermo incurable, las del portador de sida, las de todos los marginados. ¡Dios mío!
Las del niño que trabaja, las del joven desorientado, las del anciano abandonado, las de la mujer maltratada, las del adulto cansado, las de todos los explotados. ¡Señor mío! Las del extranjero, las del refugiado, las del encarcelado, las del torturado, las de los sin papeles, las de todos los excluidos. ¡Dios mío! ¿Quieres más pruebas, Tomás? Son llagas abiertas en mi cuerpo y no basta rezar: ¡Señor mío y Dios mío! Hay que gritarlo y preguntar por qué; hay que curarlas con ternura y saber; hay que cargar muchas vendas, muchas medicinas... ¡y todo el amor que hemos soñado! ¡Trae tus manos otra vez, Tomás!(36).

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