Santa Madre de Dios
Cáritas Madrid 1 de Enero de 2019¡Feliz año nuevo! Esta es la frase más pronunciada y escuchada en el día de hoy. Al iniciar un año nuevo es momento de desear a aquellos con quienes convivimos que sus deseos y proyectos se hagan realidad. La Palabra condensa estos deseos en dos vocablos: bendición y paz
Cáritas Madrid. 1 de enero de 2019.- ¡Feliz año nuevo! Esta es la frase más pronunciada y escuchada en el día de hoy. Al iniciar un año nuevo es momento de desear a aquellos con quienes convivimos que sus deseos y proyectos se hagan realidad. La Palabra condensa estos deseos en dos vocablos: bendición y paz.
Bendición y paz son los términos que expresan de manera más plena los bienes de la salvación en el sentido más integral de la palabra: los bienes del cielo y los de la tierra, la salud del cuerpo y del alma, la prosperidad y la felicidad sin límites, la vida, la alegría, la plentitud y satisfacción de los anhelos del ser humano.
Al iniciar este nuevo año podemos mirar a nuestro mundo y desear a cada uno de nuestros hermanos y hermanas con los que compartimos esta casa común, llamada tierra, bendición y paz. Con ello nos comprometemos a poner todas nuestras energías, nuestras fuerzas y nuestro corazón para que ambas realidades alcancen a todos los seres humanos, los de cerca y los de lejos.
Señor, danos corazones enamorados,
como el de tu Madre y nuestra Madre, María.
Corazones generosos como el corazón de María.
Corazones abiertos a tu Palabra, como el corazón de María.
Que podamos descubrir cada día de este nuevo año que hoy comenzamos,
la riqueza inmensa que eres Tú
y cómo te donas a nosotros individualmente y como comunidad.
Es riqueza que nadie conoce mejor que tu Madre y nuestra Madre, maría.
Haz, Señor, que descubramos que,
solo cuando nuestros corazones esté abiertos a tu paz
y sean desprendidos hacia nuestros hermanos y hermanas,
seremos sinceros y sabremos que sólo en Ti está puesta nuestra confianza,
como la puso tu Madre y nuestra Madre, maría,
renovamos nuestra pertenencia a Ti,
para estar siempre disponibles a hacer la voluntad del Padre.
Que sepamos verte en nuestros hermanos y hermanas,
que podamos servirlos diligentemente, adelantándonos a sus necesidades,
mostrándoles tu amor y su dignidad de hijas e hijos,
como tu Madre y nuestra Madre, María.
Señor, que aprendamos de María, tu Madre,
que Tú eres el alfa y el omega,
el principio y fin de nuestra existencia,
nuestra comida para el largo camino,
nuestra alegría completa,
nuestra Paz duradera.