"Salgo siendo una persona completamente diferente a cuando entré"
Cáritas Madrid 26 de Febrero de 2018Almudena nos cuenta su experiencia tras realizar sus prácticas como Educadora Social en el proyecto de personas sin hogar de Cáritas Madrid
Almudena nos cuenta su experiencia tras realizar sus prácticas como Educadora Social en el proyecto de personas sin hogar de Cáritas Madrid.
Cáritas Madrid. 26 de febrero de 2018.-
La formación es esencial en Cáritas Madrid. La formación continua, tanto de las personas voluntarias como de los trabajadores de la Institución. Estar formados permite atender mejora las personas necesitadas que acuden a Cáritas en busca de acompañamiento en sus procesos vitales. Para ello Cáritas Madrid cuenta con el Centro de Estudios Sociales, que ofrece una amplio abanico de cursos, ajustados a las necesidades que se nos plantean a diario en nuestra labor.
Cáritas la formamos muchas personas con roles diversos: personas que vienen en busca de acompañamiento, orientación, apoyo…; sacerdotes; comunidades vida formadas por religiosas de diferentes órdenes y congregaciones; voluntarios; trabajadores…
Pero también hay un colectivo de personas que, año tras año, pasa por Cáritas: los alumnos de prácticas. Lo son de psicología, trabajo social, educación social, terapia ocupacional, integración social… futuros profesionales que completan la formación teórica que reciben en las aulas, con muchas horas de atención directa a las personas que atendemos en las diferentes obras, servicios y vicarías de Cáritas Madrid.
En este momento, en el proyecto de personas sin hogar de Cáritas Madrid, CEDIA, hay cinco personas haciendo prácticas. Una de ellas es Almudena, alumna de Educación Social, que ha compartido con nosotros el siguiente testimonio:
“Soy Almudena García, alumna de 4º de Educación Social. Cuando tuve que elegir mis últimas prácticas de la carrera me centré en buscar un lugar que atendiera diversas necesidades día a día, donde pudiera aprender continuamente sobre multitud de problemáticas.
Conocí CEDIA, y sentí que se ajustaba perfectamente, por lo que me puse en contacto con ellos. Estaba muy nerviosa cuando empecé, tenía miedo a no ser bien acogida, a no poder aportar o ayudar. Pero esa idea desapareció desde el primer día.
He contado con dos tutores que me han enseñado todo el funcionamiento del centro, que me han acompañado en cada momento y en cada intervención, enseñándome su forma de trabajar, sus valores y los de Cáritas. Haciéndome cada día más profesional, a través de su experiencia, de la cual he aprendido continuamentetan sólo yendo a su lado. Además de mis tutores, he conocido a otros muchos profesionales que me recibieron con la misma acogida.
Comencé pasando por cada uno de los despachos de CEDIA, con el fin de entender el funcionamiento del centro y las funciones de cada uno, pero además he visitado y me he formado con otras entidades de Cáritas; he acudido al Centro de Día "Nuestra Señora de Valvanera”, al Centro para Mujer “Luis Vélez de Guevara”, al Colegio San Bernardo con dinámicas de sensibilización, a las Viviendas de Integración Social, a una Vicaría…
Llevo dos meses en prácticas, y casi a punto de terminarlas lo único que puedo decir es que salgo siendo una persona completamente diferente a cuando entré.
He conocido a personas de todos los países, me he comunicado sin hablar el mismo idioma, he atendido todo tipo de demandas, he aprendido con ellos y de ellos, me he reído, me he emocionado.
He crecido como persona y como profesional, gracias Cáritas por darme la oportunidad de formar parte de un proyecto como CEDIA. Gracias CEDIA por el día a día y todo lo que conlleva. Y gracias a mis tutores por hacerme aprender cada día más”.