¿Rompemos cadenas de pobreza?

Cáritas Madrid 4 de Abril de 2018

Comienza la formación a las personas voluntarias de las acogidas parroquiales del arciprestazgo de San Ramón de Cáritas Vicaría IV

Comienza la formación a las personas voluntarias de las acogidas parroquiales del arciprestazgo de San Ramón de Cáritas Vicaría IV.

 

Cáritas Madrid. 4 de abril de 2018.- Durante este curso unos de nuestros acentos los hemos puesto en la formación y el acompañamiento de las personas voluntarias que están en las acogidas parroquiales de la Vicaría IV.


Con esta iniciativa pretendemos comenzar un proceso de formación permanente con el voluntariado de las acogidas de las Cáritas Parroquiales, reforzando su esencia e identidad y promoviendo respuestas de promoción de las personas acogidas.


Para ello hemos presentado el proyecto a los sacerdotes coordinadores y al Vicario, hemos diseño y creado un equipo que desarrolle las acciones formativas y esta semana hemos empezado a impartirla en uno de los arciprestazgos de la Vicaría.


Dentro de las mesas arciprestales, durante tres o cuatros sesiones, dedicaremos la primera parte de la reunión a esta formación. De aquí a fin de curso, lo haremos en dos arciprestazgos de los seis de la Vicaria, concretamente en el Arciprestazgo de San Ramón y en el Arciprestazgo de San Diego.


Juli, Juan Luis y Carmina, son el equipo de voluntarios formadores que van a compartir con los voluntarios de las acogidas parroquiales este espacio de encuentro y reflexión al que han titulado: “Un corazón que ve, siente y se compromete”.


Esta semana hemos estado en la mesa arciprestal de San Ramón, con la participación de 13 voluntarios y un sacerdote hemos comenzado a reflexionar.


Juli nos ha presentado elobjetivo que tiene este proyecto: SENSIBILIZAR a las Cáritas parroquiales y a los voluntarios, para ROMPER cadenas de pobreza e IMPULSAR la promoción integral de las personas que atendemos en nuestrasacogidas parroquiales”.


La exposición es amena y los asistentes interrumpen dando sus opiniones y contando sus experiencias en voz alta. Se crea un ambiente cálido y un clima acogedor para compartir la experiencia de todos en él, no fácil día a día, de la atención en un despacho de acogida parroquial.


El grupo es muy participativo y el tiempo se nos pasa volando. Compartimos el cómo sentimos la importancia de alimentar la mística y la espiritualidad que da sentido a lo que hacemos como voluntarios de Cáritas. Cómo seguir cuidándonos y la necesidad de sentirnos acompañados tanto por los sacerdotes como por nuestro propio equipo, para seguir fortaleciendo esa dimensión de fe tan importante y necesaria para los agentes de pastoral social que somos.

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