Rodrigo vino a dar lo que había recibido
Cáritas Madrid 31 de Agosto de 2016En cualquier momento de nuestra vida TODOS podemos necesitar ayuda, como Rodrigo, que nos lo cuenta en su testimonio: "Voy a dedicar mis vacaciones a echar una mano en CEDIA”.
En cualquier momento de nuestra vida TODOS podemos necesitar ayuda, como Rodrigo, que nos lo cuenta en su testimonio: "Voy a dedicar mis vacaciones a echar una mano en CEDIA”.
Cáritas Madrid. 31 de agosto de 2016.-Rodrigo tiene 32 años es mexicano. La mañana del martes nos aborda en el proyecto de personas sin hogar de Cáritas Madrid, CEDIA. Lo habitual es que las personas que atendemos tengan una necesidad material por cubrir, alguna duda sobre un trámite, de hablar un rato, de conversación intrascendente. De ser alguien para alguien. Pero Rodrigo no viene a pedir, viene a ofrecer el tiempo libre que le dejan sus vacaciones para “lo que haga falta”. Si va todo bien, con la intención de mantener su colaboración en el tiempo.
Hace siete años, Rodrigo vino a España para hacer un doctorado en psicología de la educación, en un programa de las universidades de Alcalá y Autónoma de Madrid. Durante varios años compatibilizó sus estudios con el trabajo. Pero un problema grave de salud, una recaída en el consumo de drogas, el fallecimiento de su padre, de su abuela y de un primo al que estaba muy unido, la crisis económica y las dificultades para encontrar trabajo… quebraron su proyecto de vida inicial.
En esas circunstancias, Rodrigo acudió a CEDIA. “Estoy muy agradecido por el espacio que me ofreció para poder estar, para poder descansar, por la comida… lo perdí todo, absolutamente todo. Desde CEDIA pude recuperar mi trabajo y retomar mi proyecto de vida”.
“Por eso ahora quiero ayudar, sobre todo por agradecimiento. Agradecimiento que nace de dentro. Voy a dedicar mis vacaciones a echar una mano en CEDIA”.
Rodrigo tiene proyectos. Mejorar en su trabajo, tener más estabilidad, estudiar un postgrado relacionado con la intervención social y con la escritura,…
Rodrigo vino a dar, y lo primero que nos dio fue una alegría.