Reyes de la Ilusión, Regalo Mágico.
Cáritas Madrid 11 de Enero de 2015Alfredo y Paco, dos usuarios del proyecto de personas sin hogar de Cáritas Madrid (CEDIA), nos relatan cómo uno se siente siendo Rey Mago por unas horas, en la parroquia de Nuestra Señora del Pilar de Campamento. No dudes en leer hasta el final para conocer el Regalo Mágico.
Alfredo y Paco, dos usuarios del proyecto de personas sin hogar de Cáritas Madrid (CEDIA), nos relatan cómo uno se siente siendo Rey Mago por unas horas, en la parroquia de Nuestra Señora del Pilar de Campamento. No dudes en leer hasta el final para conocer el Regalo Mágico.
Cáritas Madrid. 11 de enero de 2015.- La semana anterior al día de Reyes nos llegó la siguiente propuesta: "¿Os gustaría hacer de Reyes Magos en la parroquia de Nuestra Señora del Pilar de Campamento?".
Y a partir de aquí esto es lo que sucedió:
Tanto mi amigo Paco, como yo mismo, somos usuarios de CEDIA, y como ya podréis imaginar, no nos encontramos en el mejor momento de nuestras vidas. Los dos tenemos una edad, sin trabajo, sin hogar, sin, sin…
Pero cuando Paco y yo comentamos la propuesta de Chema, nuestro terapeuta ocupacional, nos dimos cuenta de lo que también tenemos. Tenemos fe, salud, personas que nos cuidan y que se preocupan por nosotros, y tenemos el cariño que desde hace tiempo volvemos a sentir a nuestro alrededor. Y sin dudarlo, aceptamos.
Allí estábamos el día 6 vistiendo ricos ropajes, turbantes, barbas y nuestros pajes incluidos. Podíamos sentir la ilusión, la tremenda ilusión de un día tan especial.
Después de un precioso oficio, a cargo del párroco Óscar del Olmo, donde hicimos la ofrenda al Niño Jesús, pasamos al batipsterio donde sentados ayudamos a la llegada de los verdaderos reyes de ese día, los niños.
Allí, rodeados de aquellos rostros llenos de asombro y felicidad, sentimos la magia. Y sentimos muy dentro la cantidad de felicidad que se puede proporcionar con tan pequeño esfuerzo.
Por eso, mi amigo Paco y yo, queremos dar las gracias a Chema, a CEDIA, a Óscar el párroco, y a todos que nos acompañaron ese día por el PRECIOSO REGALO que nos hicieron y por hacernos sentir que nosotros también somos capaces de hacer grandes cosas aún en este momento de nuestras vidas.
Por cierto, no quería dejar de contar lo que unido a todo lo anterior ha hecho que vuelva a creer en los reyes Magos. Durante la eucaristía recibí una llamada, la cual lógicamente no conteste en ese momento, pero me traería el mejor regalo de todos… Un puesto de trabajo.
¡GRACIAS!