“¡Hartas, pero imparables!”, así se reivindica la eliminación de la violencia machista en Cañada
25 de Noviembre de 2022Cáritas Diocesana de Madrid ha sumado hoy su voz para pedir, junto al resto de entidades sociales que trabaja en programas socioeducativos con las familias de Cañada, que acabe la violencia contra las mujeres.
Esta es una realidad dura y cansada, porque la situación se repite: desde 2003 han matado a más de 1.100 mujeres. Pero la lucha y el trabajo por eliminar la violencia de género debe seguir: hay que cambiar el enfoque de las denuncias, la educación, crear redes de apoyo, visibilizar y ofrecer recursos.
MANIFIESTO
¡Hartas, pero imparables!
Hoy día 25 de noviembre es un día triste para las nosotras, un año más estamos aquí para denunciar la violencia que se da contra las mujeres, tanto en Cañada como a nivel mundial.
En cualquier parte del mundo, las mujeres saben que, por el mero hecho de ser mujer van a ser más propensas a violencia física, psicológica, moral, sexual, social, económica, educativa o laboral.
La violencia contra las mujeres es la máxima expresión de la desigualdad de género en el mundo, considerada así en la IV conferencia mundial sobre la mujer (Beinjing 1995) y cuya eliminación es una de las metas del objetivo de desarrollo sostenible 5 en la agenda 2030: “eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la trata, la explotación sexual y otros tipos de explotación”.
En España, aunque si existe un pacto contra la violencia de género, aún nos enfrentamos ante problemas importantes a la hora de eliminar la violencia contra las mujeres. El primero de ellos, es la falta de conciencia que hay sobre este conflicto, especialmente entre las personas jóvenes. Una parte de la población si muestra preocupación y están sensibilizados ante el problema; sin embargo, existen muchos otros que niegan su existencia o ignoran la problemática.
Centrándonos en los datos, desde enero de 2003 hasta el 28 de octubre de 2021, 1117 mujeres han muerto en lo que va de año, 327 niños huérfanos. Además, la pandemia trajo un repunte de casos preocupante para la sociedad.
Otro de los retos es gestionar un cambio de enfoque a la hora de denunciar, de las mujeres asesinadas este año, muy pocas fueron las que denunciaron previamente a su agresor. Esto indica que la mayoría de las veces, la violencia se queda en casa, siendo difícil su detección. El apoyo a las víctimas por parte de familiares, amigos o conocidos es fundamental para que ellas se decidan a interponer una denuncia y frenar su situación de violencia.
El problema es que hay mujeres que se encuentran realmente solas y no tienen a quien acudir. En muchos casos, además están desempleadas o tienen un trabajo precario que no les permite la independencia económica, atándolas aún más a su agresor.
Por ello, crear una red de personas que las animen a seguir adelante es vital. Aunque la eliminación de la violencia contra las mujeres pase por la visibilización del problema y por un profundo cambio en la educación, las acciones de apoyo son imprescindibles para proteger a las mujeres de los ataques.
Un 25 N más por el que lucharemos para que no haya 25 N.
Denunciamos con cifras que la violencia contra la mujer es una realidad que padecen miles de mujeres y que, en los casos más extremos acaba con la muerte.
Esta red también eres tú, con tu apoyo directo contando con la comunidad y las asociaciones podemos formar ayudas a las mujeres que lo necesiten, no es un problema de una, es algo de todas, por eso necesitamos apoyarnos y promover las acciones de este día, que no es una celebración, es un recordatorio de la unidad entre las mujeres que luchan contra un problema común.