Regenerarnos como personas, reconstruirnos como Comunidad

Cáritas Madrid 27 de Diciembre de 2016

Presentación de la Campaña de Navidad en el arciprestazgo de la Encarnación del Señor y Pueblo Nuevo de Cáritas Vicaría II

Presentación de la Campaña de Navidad en el arciprestazgo de la Encarnación del Señor y Pueblo Nuevo de Cáritas Vicaría II.

 

Cáritas Madrid. 27 de diciembre de 2016.- Vivimos tiempos de fracturas, incluso dentro de la misma persona; fracturas interiores desde nuestras propias incoherencias, dispersiones y acomodos.., fracturas externas que atacan la estabilidad, la salud y la felicidad de las personas,cuyas consecuencias nos traen la globalización de la indiferencia y la invisibilidad del sufrimiento humano, o lo que es peor, deconstruir planteamientos deterministas de que esto no se puede cambiar y a quien lo intenta se le estigma y se le llama de todo.


Ser conscientes de esta realidad, soñar con que otro mundo es posible, se concretan en acoger la condición humana de forma total y radical, eso es lo que hizo el Dios con nosotros, y eso es lo que los cristianos celebramos como la alegría y la esperanza de la Navidad.


Treinta y tres voluntarios de Cáritas de las parroquias situadas en los barrios de Ciudad Lineal y Pueblo Nuevo de Cáritas Vicaría II, se juntaron en la parroquia de la Concepción de Pueblo Nuevo, para conocer las propuestas de campaña y así poder proponer y contagiar digna humanidad durante estas fiestas en todos los contextos y espacios posibles.


Y es que los de Cáritas vivimos la doble nacionalidad: cultivamos sensibilidad social dándola sentido desde la sensibilidad espiritual que nos constituye y configura. Soñar, analizar, cristalizar compromisos, contagiar y comunicar, es una forma de vivir la sencillez de estas fiestas. Ante el drama de la creciente precarización laboral, el drama hiriente y ofensivo de los desplazados y refugiados, el arrogante individualismo tibio e inconsistente, apostamos por el empleo inclusivo, la liberación de los pueblos, las finanzas éticas, el comercio justo, el consumo responsable, la inversión en políticas sociales a la luz de los valores del Evangelio, donde no se niegue sino que se afirme la centralidad de los cuidados de la vida y la dignidad del ser humano.


A modo de eslogan, que tanto nos atraen y nos seducen a las modernas sociedades: Vive con sencillez, para que otros sencillamente puedan vivir, vive con decencia, para que otros puedan vivir decentemente. Así, nos iremos recomponiendo y reiventando como personas (la Navidad es un tiempo propicio para ello si lo sabemos aprovechar con valentía de corazón) sumergidos en esa indestructible fraternidad que nos reconstruye como Comunidad Humana.

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