Rancheras y tacos en la Casa de Acogida San Agustín y Santa Mónica, experiencia de riqueza cultural

Cáritas Madrid 3 de Marzo de 2021

Los residentes del recurso de Cáritas Diocesana de Madrid celebran cada mes una comida internacional, con el aporte cultural de sus raíces y costumbres.

Los residentes del recurso de Cáritas Diocesana de Madrid celebran cada mes una comida internacional, con el aporte cultural de sus raíces y costumbres.


Cáritas Madrid. 3 marzo 2021.- La Casa de Acogida San Agustín y Santa Mónica cuenta con una riqueza humana en la diversidad de culturas y formas cuyos residentes aportan a través de sus vidas y conocimientos, algo que embellece la convivencia entre todos.

 

El recurso residencial de Cáritas Diocesana de Madrid ha vivido un mes de febrero con todo tipo de actividades: visita cultural al Museo del Prado, senderismo por la Casa de Campo, inicio de la Cuaresma, fiesta del amor y la amistad, y colofón, disfrutaron de una comida mexicana, en honor a Eduardo, uno de los residentes.

 

Cada mes, buscan introducirse en sabores internacionales a través de platos más o menos elaborados que cada residente les quiere hacer llegar con “sus raíces, sus conocimientos, sus riquezas culturales”. Esta vez, le tocó a Eduardo, un residente nacido en El Salvador, pero que ha crecido y vivido en México, y de donde ha aprendido a preparar unos platos deliciosos.

 

“Con el cariño y amor que Dios nos brinda”

 

Eduardo nos cuenta como fue la experiencia: “Aparte de una experiencia, un pequeño reto contra reloj, y el cuidado en las elaboraciones de cada uno de los platos a presentar por las distintas dietas y culturas de cada uno de los compañeros de la casa, no descuidando el sabor de la cocina mexicana y aportando el ingrediente principal a cada plato elaborado, el cariño y el amor, con el que Dios nos brinda cada día, y la oportunidad que esta linda Casa que nos da, de poder desarrollar nuestros conocimientos, habilidades y el amor al prójimo”.

 

“El ambiente fue increíble”, describe un miembro del equipo de la Casa, “música de Mariachi, rancheras tradicionales que junto con los adornos nos trasladamos a ese país lleno de color y sabor”, señala.

 

“Ojalá que a través de estas letras hayamos conseguido que con vuestra mente acercaros un poquito a ese país que Eduardo lleva en el corazón”, concluye el trabajador social de la Casa de Acogida.

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