Quinto domingo de Cuaresma: «El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra»
Cáritas Madrid 7 de Abril de 2019Jesús, a la mujer adúltera: «Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más».
Lecturas del día: Lectura del libro de Isaías (43,16-21). Sal 125,1-2ab.2cd-3.4-5.6. Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (3,8-14). Evangelio San Juan (8,1-11)
Jesús, a la mujer adúltera: «Tampoco yo te condeno.
Anda, y en adelante no peques más».
Lecturas del día: Lectura del libro de Isaías (43,16-21). Sal 125,1-2ab.2cd-3.4-5.6. Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (3,8-14). Evangelio San Juan (8,1-11)
Cáritas Madrid. 7 de abril de 2019.- El evangelio de este quinto Domingo de Pascua nos llama a reflexionar sobre lo fácil que puede ser hacer juicios de los otros. Situarnos en la «torre» de nuestros criterios psicológicos o morales y desde ahí colocar etiquetas: pobres, marginados, adúlteras, prostitutas, emigrantes. El evangelio de hoy nos invita a eliminar los estereotipos y mirar a los ojos a nuestros hermanos. Ellos están hechos de nuestra misma pasta y son, al igual que nosotros, «imagen y semejanza de Dios» (Gn 1,26). No podemos lanzarles piedras. Es más, no basta con «ponernos en su propios zapatos» y acercarnos de forma empática para entender el porqué, hemos de fomentar abrazos de misericordia que les permitan restituir sus derechos y restaurar su dignidad, en ocasiones perdida.
El pasaje de la mujer sorprendida en adulterio nos descubre la novedad del corazón de Cristo Jesús. Y nos llama a preguntarnos ¿cómo nos comportamos nosotros ante las situaciones más frágiles y delicadas? ¿Qué aportamos ante las situaciones de postración y esclavitud? ¿Cómo cultivamos la ternura en nuestro hacer? ¿Qué herramientas empleamos para la denuncia y defensa de los últimos y excluidos?
La Palabra de este domingo nos invita además a abandonar los senderos de muerte y adentrarnos en los caminos de vida. El Señor nos promete abrir torrentes de agua en medio de nuestros desiertos, pero hemos de atrevernos a dejar «nuestra zona de confort» y lanzarnos al nuevo horizonte ¿Estamos dispuestos a ello? Él siempre cumple sus promesas.