"¿Quién alimentará a los hambrientos?". Reflexionemos sobre la pobreza y la esperanza. Jornada Mundial de los Pobres
12 de Noviembre de 2024Reflexionamos con este cuento que nos trae Alejandro Illescas, ahora que celebramos la VIII Jornada Mundial de los Pobres.
Un cuento que nos da que pensar acerca de que las personas pobres o vulnerables siempre existirán en este mundo, nos dijo Jesús. Por eso ser generoso no es querer solucionar todas las necesidades del mundo, sino hacer lo poquito que se puede y confiar que Dios hará el resto. Y que “la oración del pobre suba hasta Dios”, como nos recuerda esta Jornada y este cuento, donde las personas en exclusión guarden la esperanza de que "mi arcón y mi despensa en cada una de sus casas".
“¿Quién de ustedes asumirá la obligación de alimentar a los hambrientos?” -preguntó Buda a sus discípulos cuando el hambre asolaba Shravasti.
Ratuakar, el banquero, movió la cabeza diciendo:
- “Todas mis riquezas no bastarían para dar de comer a los hambrientos”.
Jayasen, el general de los ejércitos reales, respondió:
- “Estaría dispuesto a dar mi propia sangre, pero no tengo comida suficiente en mi casa”.
Dharmapal, que poseía muchas hectáreas de tierra, dijo con un suspiro:
- “El demonio de la sequía ha absorbido la humedad de mis campos. No sé cómo pagar ni siquiera los impuestos.”
Se levantó entonces Supriya, la hija del mendigo. Hizo una reverencia a todos y dijo humildemente:
- “Seré yo quien dé de comer a los hambrientos.”
- “¿Cómo? -gritaron todos sorprendidos- ¿Qué esperanzas puedes tener tú de cumplir esa promesa?”
- “Soy la más pobre de todos ustedes -dijo Supriya-, esa es mi fuerza, tengo fe, y mi arcón y mi despensa en cada una de sus casas.”