¿Qué hago y por qué lo hago? “… porque a cualquier hora se da el dolor y también el gozo …”

Cáritas Madrid 26 de Agosto de 2019

Aquilina, voluntaria en Cáritas Vicaría V, nos cuenta su experiencia como voluntaria, donde lucha para que las personas de su barrio vivan con más dignidad, y de manera más justa y fraterna, acompañando la vida de cada una de ellas

Aquilina, voluntaria en Cáritas Vicaría V, nos cuenta su experiencia como voluntaria, donde lucha para que las personas de su barrio vivan con más dignidad, y de manera más justa y fraterna, acompañando la vida de cada una de ellas.

 

Cáritas Madrid. 26 de agosto de 2019.- En mi voluntariado de Cáritas intento ver y tocar la vida al lado de Jesús. Este camino implica búsqueda, desinstalarse, salir… y abrir ojos, oídos y corazón. Entonces surgen preguntas personales y descubrimientos vitales al estar atenta a los gritos silenciosos de las personas sufrientes y excluidas. Esto me lleva a escuchar en ellas la voz de Jesús y en el trato con Jesús descubro las carencias que viven sus preferidos. Ellos piden dignidad, cariño, escucha, acogida sincera. Todo esto implica mi vida y no me deja desentendida ni tampoco llevar horarios rígidos porque a cualquier hora se da el dolor y también el gozo y la necesidad de compartirlo. Para eso tengo que permitir que alteren mi vida. 


En Cáritas tengo la oportunidad de compartir desde mi condición de seguidora de Jesús vida, fe, tiempo y cariño con muchas personas vulnerables y pequeñas. Comparto también la salvación y la ternura regalada por Dios. Voy estableciendo amistad a través de la cercanía y el diálogo con muchas personas, acompañando sus deseos y preocupaciones más profundas: soledad, impotencia, silencio impuesto, falta de humanidad. Intento estar abierta a lo que surge cada día en la “cuneta del camino”.


Lucho para que las personas del barrio vivan con más dignidad, y de manera más justa y fraterna, acompañando la vida de todos aquellos que desde siempre viven al margen de cualquier inserción social. Animo a que salgan de sus pobrezas y que descubran y vivan su dignidad como personas y como hijos e hijas de Dios. Con todos festejo sus pequeños logros y cambios vitales. Todas las personas con las que me relaciono me enseñan y enriquecen con lo que son y lo con lo que tienen.


Aquilina Villacorta stj


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