Qué hace la Cáritas Parroquial Santa María del Bosque de Cáritas Vicaría I

Ha pasado algo más de un año y la Cáritas parroquial de Santa María del Bosque de Cáritas Vicaría I ya está recuperando la actividad presencial que se vio interrumpida por los duros días de pandemia. 

Cáritas Madrid.  12 de mayo de 2021.- Ha pasado algo más de un año y la Cáritas parroquial de Santa María del Bosque de Cáritas Vicaría I está recuperando poco a poco la actividad presencial que se vio interrumpida por los duros días de pandemia. La parroquia está dirigida por una comunidad de padres Agustinos, y cuenta con unos 11.000 feligreses, entre ellos, muchas personas mayores.

La Cáritas parroquial es la muestra de la implicación y compromiso de muchos de estos fieles que llevan prestando un gran servicio a los demás desde hace más de 30 años. Cuenta con un equipo de más de 65 personas voluntarias, que están volcadas en la acogida de las personas que más lo necesitan, en la provisión de alimentos, ropa, productos básicos, o pendientes de atender a cuantas necesidades se les pueda plantear. 

Durante el confinamiento, la Escuela Hogar Santa Mónica de esta Cáritas parroquial, que engloba los talleres de cocina, costura, atención geriátrica, cultura, informática, etc. No pudo seguir con su actividad presencial, sin embargo, la atención a las familias a quienes se acompaña desde la parroquia y a todas aquellas personas que necesitaron ayuda continuó a través del teléfono y todavía continúa, por ser esta una atención inmediata. 

Gracias a la colaboración de supermercados del barrio, farmacias y otros establecimientos que permanecieron abiertos, se pudo dar cobertura a la demanda de alimentos y necesidades básicas que personas de distintos puntos de Madrid requerían.

Desde el mes de marzo de 2020 las personas del taller de costura han confeccionado, desde sus casas, más de 3.000 mascarillas y batas para el personal sanitario de distintos hospitales y residencias de Madrid, gracias a la ayuda de proveedores de telas de la capital. Ahora, ya suenan, de nuevo, las máquinas de coser en los locales de la parroquia. Se acaban de entregar tres vestidos y un traje de Comunión del ropero, con las composturas hechas a medida y también, cuatro canastillas. Se confeccionan prendas soñando con volver a organizar los mercadillos benéficos que tanto éxito han tenido en el barrio. 

Con las necesarias medidas de seguridad, las puertas de esta Cáritas parroquial siguen abiertas para quien lo necesite. Aunque se sigue atendiendo telefónicamente y se dan citas para recoger alimentos, la atención cercana vuelve a ser la protagonista. 

En las últimas hojas parroquiales ya se puede leer, de nuevo, el apartado de Cáritas parroquial con los avisos, las llamadas de atención sobre la campaña de empleo, la próxima y tan importante de Día de Caridad, y la labor realizada en los últimos meses.

“Y ahora permanecen la Fe, la Esperanza y el Amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el Amor” (1 Corintios 13-13)