Que caminen hacia nuevos horizontes

12 de Septiembre de 2023

Esto es lo que deseamos - y a lo que aspiramos con nuestro trabajo diario de acompañamiento a colectivos vulnerables- para las personas que residen en la Casa de Acogida San Agustín y Santa Mónica de Cáritas Diocesana de Madrid.

Queremos que quienes se sentían solas, se sientan acompañadas, queremos que quienes pensaban que no podían, ahora sean capaces, y queremos que quienes no tenían acceso a recursos y derechos, ahora encuentren oportunidades, en el más amplio sentido de la palabra.

Como la oportunidad de descubrir, viajar, sentir, compartir y vivir en libertad que les ha ofrecido el salir por unos días de Madrid. Esta es una forma de abrir horizontes, estar con uno mismo y con otros y seguir aprendiendo. Como ellos mismo nos han comentado, “vacaciones de verdad, tiempo para relajarse y disfrutar”.

En concreto han ido de vacaciones a la Coruña, un grupo de doce personas, acompañadas por dos educadores y un voluntario. Han visitado el Aquarium Finisterrae, la torre de Hércules; también han realizado un recorrido por el casco viejo, el puerto y el monte de San Pedro; y han asistido a varios conciertos, ya que la ciudad estaba en fiestas. 

La elección del destino no ha sido casual, ha sido una elección ‘grupal’, fruto de una iniciativa piloto, que se ha puesto en marcha en la casa hace unos meses, de crear espacios de participación donde puedan decidir y proponer como núcleo familiar, en conjunto. Porque muchas de las personas que se quedan en una situación vulnerable, y necesitan apoyos y recursos, sienten a veces que no son parte de nada, que no tienen derechos ni redes de apoyo; por eso, darles también capacidad de decisión es que recuperen derechos, dignidad y autoestima.

“Esperábamos que el viaje sirviera, entre otras cosas, para reforzar su autoestima y mejorar las relaciones entre los residentes y con el equipo, pero nos sorprendimos gratamente de comprobar que se superaron las expectativas”, nos han contado. “El grupo, en general, ha reforzado mucho los vínculos, personas que en la Casa apenas tenían relación más allá que compartir vivienda, se han acercado reforzando lazos y disfrutando  juntos”.

Por otro lado, también se ha tratado de que fuese un ambiente educativo, donde abordar temas como la resolución de conflictos, el reparto de responsabilidades, hábitos…, “pero en un ambiente mucho más distendido y divertido, ¡y lo hemos conseguimos!”, nos cuentan con orgullo.

De eso se trata, de acompañar en caminos de aprendizaje y crecimiento personal para ampliar sus horizontes.

 

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