¿Qué buscan nuestras respuestas?

Cáritas Madrid 2 de Marzo de 2018

Continúa el itinerario de la Escuela de Vida de Cáritas Vicaría II

Continúa el itinerario de la Escuela de Vida de Cáritas Vicaría II.

 

Cáritas Madrid. 2 de marzo de 2018.- Las Escuelas de Vida como espacio de encuentro de los voluntarios de Cáritas, tienen estos objetivos: Suscitar cambio personales y estructurales; aprende a mirar la realidad desde los ojos del corazón; dar sentido de pertenencia a la Comunidad; traducir la Fe comunitaria en compasión y profecía. ¿Utopía o retórica hueca? Para ello, los voluntarios de las parroquias en Santísima Trinidad y Espíritu Santo, se convocaron animados por Pedro, voluntario del equipo de Sensibilización de Vicaría II para abordar el tema: Cómo mi compromiso en lo social influye en mi Fe y la recíproca. Y qué mejor que un voluntario hable a otros voluntarios acerca del compromiso social y sus vivencias. Así, no son palabras huecas, sino trayectorias vitales compartidas.


Somos seres de necesidades y seres relacionales. Y desde ahí estamos llamados a ser cocreadores de dignidad. Dios no creó el mundo de una vez y ya está. El Universo está en continua expansión y evolución y el ser humano está llamado a generar esa vida digna allá donde no la hay porque se ha roto. La realidad es cambiante y está llena de crecimiento, de necesidades y oportunidades. ¿Le damos una oportunidad al nosotros? El nosotros que se construye de yo más el otro. No un yo por un lado y el otro por el suyo aunque hagan cosas el uno por el otro. Es el estar juntos y unir y hacer historia juntos. Empezando por el comienzo de cualquier compromiso , ¿ cómo atiendo la necesidad demandada o detectada? Desde el saber, el poder y el tener.. Desde la posesión, la posición o la solución. Esto tres infinitivos nos hacen ser “aristócratas” de recursos, de cultura, de actitudes y afectos. La necesidad de hoy por excelencia es la injusticia, la no dignidad, la no vida. Y es la interpelación que nos hacemos mutuamente la sociedad y la acción socio caritativa de la Comunidad Cristiana. Detectada la necesidad, ¿ contemplamos el desorden de las desigualdades sociales? Porque estamos divididos en fronteras, países, banderas, muros, etc.. ¿Somos  una auténtica Familia Humana que vive la fraternidad? Ahí convergen nuestra Fe y nuestro compromiso. Recordemos las coordenadas de nuestro compromiso: 1)Familia, Comunidad, Iglesia; 2) Sociedad, las personas empobrecidas; 3) los momentos y circunstancias que vivimos; 4) Dios, como fundamento y sostenimiento, realidad que nos da identidad y singularidad a toda criatura.


Familia Humana que quiere nacer entre gemidos de justicia  y preñada de esperanza, en donde la realidad de las víctimas que recordamos son: los sin T (sin techo, sin trabajo, sin tierra), los sin D (sin dignidad, sin Dios). Y para ello, ¿qué buscan nuestras respuestas? Para ello, cuatro interpelaciones a la actuación de Cáritas: el qué: Necesidad/Justicia; el quién: Tarea/Comunidad; el cuándo: Oportunidad/ Cáritas; el cómo : Identidad/Iglesia. ¿A qué atendemos? Puede ser a la inmediatez de la necesidad ( alimentos, ropa, prestaciones, limosna), atendemos desde las inmediateces, y su carencia es mi bondad. Podemos atender desde lo personalizado, la permanencia de la situación, la falta de salud, la falta de educación, de promoción humana.. donde mi acción es relevante para la persona. O buscar respuestas desde el convivir, buscando el bien común, ser más personas todos. El cómo y hacer ese nosotros. Aquí entraría la justicia. Y en todo este proceso con sus distintas etapas y respuestas, nos seguimos preguntando:¿ Qué buscamos con nuestro compromiso alimentado por nuestra Fe y nuestras motivaciones más profundas? ¿Asistir a los necesitados? ¿Acompañarles en sus necesidades varias? ¿Transformar y transformarnos? Así viviremos una Fe de la demanda (de peticiones) a una Fe de la oferta (estar y ser disponibles, ser ofrenda permanente); transitar de una Fe refugio (en mis creencias, mi ideología, mi ética) a una Fe desafío, del desarrollo integral de la persona; de una Fe personal (mi compromiso, mi caridad) a una Fe comunitaria (compromiso que es corresponsabilidad y conexión con todo en todos); de una Fe muerta (nos cansamos, nos quemamos, nos vamos o caemos en la rutina alienante) a una Fe resucitada.


Expresamos nuestra gratitud a la Comunidad parroquial de Santísima Trinidad por su acogida y café en estas sesiones.

 

Volver