Próximo destino: inclusión

Los jóvenes que participan en el proyecto Impulsa de Faciam, la red que trabaja para eliminar el sinhogarismo y de la que Cáritas Diocesana de Madrid formamos parte, han pasado varios días de ocio y diversión en el norte. En concreto, han visitado la localidad burgalesa de Orbaneja del Castillo, el embalse del Ebro y un antiguo santuario y hospedería en Montes Claros, donde se han alojado para disfrutar de los paisajes de Cantabria. Baños en la playa, visitas culturales, actividades deportivas, y tiempo de desconexión y descanso que favorecen el desarrollo social y personal para su inclusión.

El objetivo es que tengan la oportunidad de disfrutar de un espacio de distensión, en igualdad de condiciones que otros jóvenes de su edad, al margen de su situación social. Además, al relacionarse en estos espacios de ocio, las y los jóvenes establecen lazos, comparten y refuerzan la convivencia.
“Un baño y un partido improvisado en la playa, no se necesita más” nos dicen estos jóvenes cuya ilusión principal es “compartir nuestro tiempo juntos”.

Recordemos que en el proyecto Impulsa se acompaña y se les ofrece una alternativa residencial, a través de alojamientos o pisos, a jóvenes de entre 18 y 28 años que se encuentran en situación de sinhogarismo. El programa ofrece a su vez a su vez acompañamiento social para la recuperación personal de cada joven y el acceso a la formación para la entrada al mercado laboral. De esta forma se trabaja de manera transversal para que cada persona joven pueda dar pasos por sí misma hacia su propia inclusión.
Ahora han vuelto a Madrid con “la ilusión de poder continuar su viaje”.