Párate un poco... te invitamos a dejar una huella positiva

Cáritas Madrid 12 de Febrero de 2016

Cáritas Vicaría VIII participa en la fiesta del Centro de Formación Padre Piquer.

Cáritas Vicaría VIII participa en la fiesta del Centro de Formación Padre Piquer.

 

Cáritas Madrid. 12 de febrero de 2016.-El día de la Candelaria, el de la Virgen de la Luz, es un día muy especial e importante para el Centro de formación Padre Piquer. Celebran este día a lo grande con una gran fiesta, a la que tenemos el honor de ser invitados año tras año.


Cáritas somos una de las entidades que nos hacemos presentes en este ambiente de fiesta para sensibilizar a los chicos que estudian en el centro.


A las 11 de la mañana, el equipo de sensibilización externa de Cáritas Vicaría VIII entrábamos en el  patio del centro cargados de todo lo necesario para hacer participar a los jóvenes en la dinámica que habíamos preparado. El hecho de llegar pronto tuvo su recompensa ya que pudimos elegir un buen sitio… ¡estábamos dispuestos a motivar la participación incluso a golpe de megáfono!.


La verdad es que la afluencia de alumnos fue asombrosa, habiendo momentos en los que, con paciencia, los chicos esperaban turno para ser atendidos.


Tras explicarles quienes éramos, les hacíamos invitación expresa a que por un instante pensaran qué  huella querían dejar allí por donde  pasaran y que contribuyera a hacer de este mundo un lugar mejor. Nos dejaban su huella escrita y después les invitábamos a que también dejaran su huella de color en nuestro mural. Al final de la fiesta realizamos un sorteo para que al menos una de esas huellas fuera compartida por todos.


Los alumnos, que tenían entre 12 y 18 años, aportaron huellas concretas, centradas en la realidad que les rodea. Sus huellas hacían alusión a la convivencia en la familia, en el colegio, en el barrio… tratando temas como el bullying, la igualdad de la mujer, el respeto,  los estándares de belleza, la superación, el esfuerzo, la ecología, la tolerancia, etc. Los chicos pensaron y plasmaron lo que consideraban que era importante cambiar desde su realidad.


Nos vamos a permitir compartir con vosotros una huella que nos dejó un chico de 1º de la ESO: “Mi huella no es  la solidaridad, ni el amor, ni la fortaleza. Buenos sí … pero lo más importante es estar al lado de la persona que sufre”. Esta  huella que trata de huir de términos más genéricos, que nos describe algo tan tangible como estar al lado y que pone a la persona como centro, nos ha hecho reflexionar sobre  los grandes tesoros que guardan nuestros jóvenes y las posibilidades que realmente tienen para  seguir trabajándolos y hacerlos brillar.


La huella que como equipo queremos dejar es contribuir a abrir espacios en los que los jóvenes puedan descubrir y desarrollar  los tesoros que llevan en su interior.

 

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