Pamela: Una nueva etapa de su vida
Cáritas Madrid 8 de Marzo de 2016Una historia de superación, muchas veces acompañada por el sufrimiento, pero que gracias a sus ganas de luchar por salir adelante y por el acompañamiento de las personas que han estado a su lado, hoy puede decir: ¡PORQUE ES POSIBLE!.
Una historia de superación, muchas veces acompañada por el sufrimiento, pero que gracias a sus ganas de luchar por salir adelante y por el acompañamiento de las personas que han estado a su lado, hoy puede decir: ¡PORQUE ES POSIBLE!.
Cáritas Madrid. 8 de marzo de 2016.- El pasado miércoles 2 de marzo despedimos en la Casa De Acogida “San Agustín y Santa Mónica” a Pamela, ya que deja la casa para comenzar una nueva etapa de su vida en uno de los pisos de las Viviendas de Integración Social de Cáritas Madrid.
Fue un momento muy emotivo, en el que valoramos su paso por el proyecto de personas sin hogar (CEDIA), así como el de la Casa de Acogida, así como su gran progreso, todos los cambios que ha ido dando en su vida, y los acontecimientos importantes que ha ido viviendo en estos últimos meses: permiso de residencia, trabajo en la empresa de inserción de Cáritas Madrid "Taller 99", vivienda autónoma, y muchos otros que estamos seguros que la quedan por experimentar y disfrutar aún.
Quien mejor que ella para valorar lo que han sido estos años, desde que llegó a Cáritas.
Pamela:
Quien devuelve la vida es Dios, pero utiliza a la gente para poderlo llevar a cabo, fue el que hizo que las personas de Cáritas me ayudaran a mi; trabajadores de todos los tipos, más flexibles, más “cañeros”, distintas formas de hacer un buen trabajo con las personas. Esto me ha enseñado otro lado bonito de la vida.
La Casa de Acogida ha sido un gran tratamiento. Me trato la herida que no se me veía, la herida del corazón, son más que una familia, la cual nunca había tenido. La gente de la casa son tan amables, hay muy buen ambiente. Los que venimos a la casa “somos elegidos”, con diferentes formas de ser, pero con una misma oportunidad de cambio y mejora. Yo no soy perfecta, pero se me ha enseñado a darme cuenta de mis errores y equivocaciones, las cosas hay que hablarlas, hay que saber afrontar los problemas. Incluso un compañero del telar me ha dicho que ve un gran cambio en mi desde que me conoció hace unos 8 meses en el curso de costura en el que habíamos coincidido. “Has cambiado mucho y para bien” me dice.
Gracias a Cáritas, a su gente que me he encontrado es este camino, me han devuelto la sonrisa y la risa, mi sello de identidad ahora mismo, cuando no sonrío ni me oyen reír (porque estoy concentrada o más seria) a veces se me acercan y me dicen ¿qué te pasa?, ¿estás bien? Jaja. Me encanta mi trabajo, me ha dado una gran oportunidad para desarrollarme, ser creativa, hacer cosas nuevas, poder ayudar, aprender, antes de hacer el curso no me imaginaba que pudieran contratarme.
En la casa estaba muy protegida, pero sabía que tenía que salir, extender las alas y volar.
Nadie quiere salir de la casa con lo bien que se vive aquí, con la luz que te da, solo una persona que este cegada no viviría en la casa de acogida, ni aprovecharía oportunidad; pero tengo que salir a las Viviendas de Integración Social; a las que acabo de llegar y es normal que me sienta nerviosa, pero estoy bien, es aprender cada día más y más. Es una nueva etapa para mi, probarme, vivir sola, se que puedo, porque he llegado hasta aquí y voy a avanzar más y más, estoy muy bien, muy bien!!!
Ahora vivo sola, y se que tengo que ocuparme más de mi vida social, de las personas con las que me relaciono.
Antes me daba igual la vida, ya no tenía sentido para mi; pero ahora temo por mi vida, se que tengo que cuidarme, porque tengo mucho por vivir y quiero vivirlo. “Me han devuelto la vida”, seria lo que tengo que decir.
Cada uno ha puesto su gotita de agua en mi vaso vacio, ahora esta casi lleno, falta muy poquito, para que se llene, y quien tiene el vaso casi lleno no tiene sed, yo quiero ahogarme, mejor nadar, en felicidad.>>
Belén, como su educadora de referencia en la Casa de Acogida, ha podido ser partícipe de este proceso, por ello quiere dedicarle unas palabras:
Pamela entró en la casa siendo muy desconfiada y vulnerable. Poco a poco fue abriéndose al equipo, dejándonos trabajar con ella, sobretodo aprendió a ser paciente y confiar. Poniendo todo su esfuerzo ha llegado a terminar su proceso muy exitosamente, estabilizada en salud, con documentación regularizada y empleo estable.
Ahora, empieza una nueva etapa en su piso, lo afronta con ilusión, expresando que nos va a echar mucho de menos, cosa que es recíproca.
Pamela, en la actualidad, es un torrente de fuerza y alegría, y lo mejor de todo, está segura de conseguir todo lo que se proponga. ¡Ánimo Pamela!
Con el corazón , Belén