"Nunca prives de la esperanza"
Cáritas Madrid 16 de Noviembre de 2016Entrevista a Carlos, voluntario de la Vicaría IV de Cáritas Madrid
Entrevista a Carlos, voluntario de la Vicaría IV de Cáritas Madrid.
Cáritas Madrid. 16 de noviembre de 2016.- Nos recibe Carlos en su despacho en la Vicaría IV de Cáritas un viernes a las 9:30 horas de la mañana, media hora antes de ponerse a atender a las personas que acuden a él en busca de ayuda para solucionar sus problemas relacionados con la vivienda.
Licenciado en Derecho, Carlos trabajó como directivo en la banca y en sus últimos años en activo en la Sociedad Española de Fundaciones, donde conoció a Sebastián Mora, Secretario General de Cáritas Española. Inició su voluntariado haciendo trabajos de administración en las oficinas centrales de Cáritas, pero prefirió cambiar a una tarea que le permitiera estar en contacto directo con las personas. A través de otro voluntario, Esteban, contactó con la Vicaría IV, donde desde 2013 forma parte del equipo del SOIVI, Servicio de Orientación e Información sobre la Vivienda.
Con algo más de ochenta años, que no aparenta para nada, Carlos asiste religiosamente a su cita con las personas que acuden en busca de ayuda y asesoramiento a Cáritas -Vicaria IV- todos los lunes, miércoles y viernes por la mañana desde hace casi cuatro años.
¿Cuales son tus labores actuales como voluntario?
Trabajo en el SOIVI de la Vicaría IV, desde donde se llevan a cabo actuaciones muy diversas relacionadas con la vivienda.
Al principio acudían a Cáritas sobre todo parejas con problemas para pagar la hipoteca. Solían pagar hipotecas muy altas y con la crisis les era imposible afrontar esos pagos. El hombre solía trabajar en la construcción y la mujer como empleada del hogar o algo similar. Al principio acudían muchas personas sudamericanas, hoy la mayoría de las personas que vienen a vernos son españolas. A todos las personas se les escucha y dedica un tiempo, que eso ya es mucho y a muchos de los casos se les pueden dar orientaciones, asesoramiento e incluso ayudar a solucionar alguno de sus dificultades o problemas, mediante daciones en pago, acuerdos con los bancos, etc.
Últimamente tenemos más de treinta visitas al mes, de las que los casos nuevos son entre un veinte y un treinta por ciento, el resto son personas que ya conocemos que vuelven a consultarnos.
El trabajo que realizamos no exige tener grandes conocimientos jurídicos. No somos abogados ejercientes, no acompañamos a los juzgados a las personas que acuden a nosotros, aunque si les encaminamos al turno de oficio y contactamos con los abogados que les asisten para darles información. El trabajo exige tener mucha empatía y paciencia.
Lo que sí hacemos son escritos dirigidos a la Agencia Tributaria, al Ayuntamiento, a la Comunidad de Madrid y demás organismos.
Algunas veces tratamos con personas y familias demolidas por la crisis, con situaciones personales y familiares duras y complejas, cuya situación social es tan de exclusión que forman parte de lo que el papa Francisco llama “la cultura del descarte”. Personas muy necesitadas que por sus problemas y dificultades están fuera de la sociedad, fuera de cualquier tipo de sistema, que la sociedad los considera sobrantes, “descartes” pero no lo son ni para mí ni para Cáritas.
Trabajo desde hace casi dos años con Mari Ángeles, que es una mujer fantástica con mucho corazón. Tiene mucha experiencia y sólidos conocimientos jurídicos. Hacemos un gran equipo.
¿Podrías decirnos algo sobre el trabajo que lleváis a cabo en el SOIVI?
Se presentan diversos tipos de casos en relación con el problema de la vivienda. El primero es el de los acreedores hipotecarios, que afecta a muchas familias incapaces de afrontar los préstamos que se les concedieron, especialmente desde que comenzó la crisis económica.
Luego están los problemas relacionados con las viviendas del IVIMA, hoy Agencia Social de la Vivienda de la Comunidad de Madrid, que desde hace años ha cedido pisos a muchas familias en condiciones muy ventajosas (alquileres en torno a los 60 euros mensuales más gastos de comunidad). Muchos de los inquilinos no han podido cumplir con los planes de pagos acordados. El SOIVI siempre negocia con el IVIMA y frecuentemente alcanza acuerdos y paraliza posibles desahucios.
También se presentan problemas con un trasfondo legal, en los que el SOIVI asesora, busca acuerdos entre las partes, hace gestiones con notarías y demás.
Otro supuesto que se da es el de la legalización de okupas, que puede llevarse a cabo gracias a una reciente disposición del IVIMA, que lo permite cuando los ocupantes de viviendas sin títulos lleven dos años de permanencia y no causen molestias a los vecinos.
Además, hay otros casos en relación con viviendas de la Empresa Municipal de la Vivienda y el Suelo (EMVS), que conceden viviendas para casos de emergencias (anuncios de desahucios inmediatos, etc.), para lo cual se debe contar con un informe favorable del trabajador de los Servicios Sociales, con quien desde el SOIVI hemos contactado para conseguir su apoyo.
El caso más habitual actualmente es el de los impagos de alquileres, que se han multiplicado con la crisis. El SOIVI en estos supuestos trata de negociar con el arrendador una bajada de la renta o algo similar, procurando evitar la vía judicial.
En los últimos años también hemos negociado desde el SOIVI con fondos inmobiliarios como ENCASA CIBELES (la relación es muy buena) y FIDERE, a los que la Sociedad para la reestructuración bancaria (SAREB) vendió bloques enteros de viviendas. En estos casos tratamos de que se prorrogue el precio más favorable y de que se paralicen los procedimientos judiciales, evitando desalojos.
Finalmente, están las viviendas de Cáritas, en este caso el papel del SOIVI es poner en conocimiento de las Personas de Referencia en el Arciprestazgo y de las Personas de Apoyo a la Intervención cada caso para que juntos valoremos la situación y establezcamos el procedimiento más adecuado.
A nivel personal, ¿qué te está aportando el ser voluntario en Cáritas?
El trabajo que desempeño en Cáritas es sin ninguna duda el más interesante que he hecho en mi vida. Aunque algunas veces pueda ser algo frustrante, la verdad es que recibes mucho más de lo que das y cada día vuelves a intentar dar soluciones a los problemas de las personas que acuden.
Es una experiencia muy enriquecedora a nivel personal. Es fundamental no juzgar a nadie, ayudar a todo el mundo, aunque a veces les cueste valorar el servicio y la ayuda que se les está prestando. Lo más importante a veces es escuchar a las personas y tratarlas con cariño. Intentamos transmitir a todo el mundo esperanza, que a veces es lo único que se tiene, como diría la madre Teresa de Calcuta: “Nunca prives a nadie de la esperanza, puede ser lo único que una persona posea”.
El ambiente en la Vicaria es estupendo, los compañeros de Cáritas son magníficos. Me siento como en una familia, donde yo intento hacer algo con mi mejor voluntad para ayudar a los demás, especialmente a los que más lo necesitan.
¿Qué planes tienes para el futuro inmediato?
Estoy muy contento con la labor que desarrollo en Cáritas y, mientras me funcione la cabeza, pienso seguir con la tarea. El trabajo que se hace aquí es algo muy especial.
Desde la Vicaria IV queremos dar las gracias a Carlos por toda su entrega y generosidad durante todos los días de estos últimos años que ha estado a disposición de los que más le necesitan y deseamos seguir contando con su compañía y apoyo muchos años más.