Navidades en compañía en la residencia Santa Lucía

Las personas mayores que conviven en la residencia Santa Lucía de Cáritas Madrid han vivido una Navidad llena de momentos especiales y regalos con cariño, como el de las voluntarias del aula de punto de la Parriquia de Nuestra Señora del Pilar que llevaron 70 mantas tejidas por ellas mismas con las que emocionarion a todos.

Cáritas Madrid. 7 de enero de 2020.- Las personas mayores que viven en la residencia  Fundación Santa Lucía de Cáritas Diocesana de Madrid han pasado una Navidad muy especial. En estas fiestas en las que nos acordamos especialmente de familiares y personas queridas, son muchos los mayores que sufren especialmente la soledad. Para evitar este sentimiento y hacer de estas fechas unos días especiales, la familia de la residencia Santa Lucía ha organizado varias actividades y visitas con las que los residentes han disfrutado esta Navidad que ya llega a su fin.

En estos días han cantado y bailado gracias a la rondalla El Madroño o los amigos del Acordeón "Albéniz". Han disfrutado de las visitas de los más pequeños del Colegio San Ildefonso o del Colegio Los Olmos, de los chicos del Centro de Personas sin Hogar de Cáritas Madrid Nuestra Señora de Valvanera: fueron visitas en las que las sonrisas y actividades rompieron las barreras generacionales o incluso del idioma, en las que todos aprendieron a disfrutar de la compañía.

Especialmente celebrada fue la sesión de cine y el bingo especial de Navidad y muy entrañable fue el encuentro con todos los voluntarios que pasan parte de su tiempo en la residencia con quienes los mayores quisieron tener un detalle navideño realizado por ellos mismos.

Han sido unas bonitas fiestas que tuvieron su "guinda" con la visita de los Reyes Magos, con la que todos volvieron a ser niños y a vivir con ilusión la Navidad.

Arropados con mantas llenas de cariño

Las voluntarias del aula de cultura de la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar de Campamento fue una de las visitas más disfrutadas por los mayores de la residencia.

Ante la cercanía de la festividad de Santa Lucía, las voluntarias del aula de punto dieron a cada residente un regalo muy especial: una manta tejida a mano por ellas misma. Setenta mantas en total realizadas durante los meses de verano y de otoño con amor y paciencia fueron entregadas.

Fue una visita muy emotiva en la que las voluntarias del proyecto conocieron de primera mano el buen hacer de los voluntarios, trabajadores y comunidad religiosa que cada día se esfuerza por hacer de la residencia el hogar de todas las personas que viven allí y que no pierden ocasión de agradecer sus cuidados y bienestar.

Fueron muchos los momentos emotivos que se vivieron: los testimonios de las personas y sus familiares, la canción “adiós con el corazón” que nos cantaron,  incluso aquellass que no podían hablar agradecían con la mirada… "Fuimos a repartir mantas, pero fueron ellos quienes nos arroparon a nosotros", afirmó una de las voluntarias..