Natividad del Señor
Cáritas Madrid 25 de Diciembre de 2017¡Feliz Navidad! Este saludo sintetiza la invitación que nos hace la liturgia de hoy
Cáritas Madrid. 25 de diciembre de 2017.- ¡Feliz Navidad! Este saludo sintetiza la invitación que nos hace la liturgia de hoy. Los mensajeros anunciaron un tiempo nuevo. Había urgencia. Dios vuelve a reinar. Parecía que no iba a llega este tiempo ante tanta tristeza y pesimismo. Pero hoy podemos celebrar que "Dios con nosotros" es una realidad. Hoy es día de fiesta, es el tiempo del Hijo. Ha comenzado la etapa decisiva de la salvación.
La Palabra es Dios, nos dice Juan, es luz. Se hace carne. Está llena de gracia y verdad. Jesús es la Palabra de la que nos habla Juan en su evangelio. Hoy es día de alegría. Celebrar el nacimiento de Jesús es gozo para vivirlo y transmitirlo. ¡Dichosos los pies del mensajero que trasmite tan gran noticia!
El Nacimiento de Jesús inaugura un tiempo nuevo. Parece que no es mera casualidad: Jesús nace como respuesta a las necesidades de los hombres. El Nacimiento de Jesús se presenta como un gran acontecimiento vestido de debilidad. Parece que el mismo Dios, siendo Dios, acepta una limitación. Todo para que el hombre pueda descubrirle y caminar juntos. Contemplamos así el nacimiento de Jesús en un pesebre, al margen del bullicio de la sociedad y de los centros de poder.
En la Navidad, Jesús nace y nos pide que seamos conscientes que con El podemos ser más felices, salir de nuestras apatías, mejorar el mundo. Al observar este nacimiento se llenará nuestra mente de paradojas, de "algo" incomprensible a mentalidades humanas. Pero es el tiempo de celebrar. Celebrando comprenderemos mejor el mensaje de Dios que nace niño, con la debilidad del recién nacido; pobre, con la humildad del que necesita a los demás; comprometido con las promesas realizadas.
Hoy celebramos el tiempo de Navidad incrustados en la historia. Vivimos circunstancias y acontecimientos en nuestra sociedad. Celebrar la Navidad es también un mensaje de futuro para el hombre de hoy, dar sentido a nuestras vidas presentes con la esperanza de un futuro cierto y de un mundo mejor. Es importante que nuestra celebración este centrada en el tiempo histórico que nos ha tocado vivir. No podemos dejar que la Navidad pase como una fiesta más, sin dejar poso, ni recuerdo.
Si pretendemos mejorar el mundo, no podemos celebrar la Navidad desde el mero consumismo, que se manifiesta en la comercialización de productos, pero también en el pasar las fiestas como mero ritualismo. La Navidad es mucha más honda que su "comercialización". Es vivencia de fe. Este es el mensaje al que hoy estamos llamados todos los cristianos, y lo debemos transmitir a nuestra sociedad. Vivir la Navidad sin comercio, con gratuidad hacia los hermanos, porque así la hemos recibido por parte de Dios.
Jesús nace como buena Noticia; es el Cordero de Dios que quita los males del mundo; es alegría, esa alegría que transciende las mismas fiestas. ¡Vivamos la Navidad comprometidos en mejorar el mundo!